La pandemia de COVID-19 y las tensiones geopolíticas entre EE. UU. y China han forzado a muchas compañías chinas a ajustar sus estrategias logísticas. Muchas de ellas se están estableciendo en el norte de México para garantizarse el acceso al mercado estadounidense. CGTN estuvo en la ciudad industrial de Monterrey inspeccionando los proyectos de desarrollo industrial de las empresas chinas en su búsqueda de competitividad en América del Norte.
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Un cambio fundamental está ocurriendo en la economía de América del Norte: la producción manufacturera se está trasladando desde Asia hacia la región. Desde mediados de 1990, la ciudad de Monterrey en el norte de México se ha convertido en un importante polo industrial. Históricamente, las compañías estadounidenses han dominado las inversiones extranjeras en la región. Sin embargo, hoy en día, las compañías chinas están desembarcando con toda su potencia industrial.
El parque industrial Hofusan de 850 hectáreas de extensión constituye la última expresión de la expansión de las empresas chinas en la ciudad. El parque industrial está ubicado a 45 kilómetros al norte de Monterrey, muy cerca de la frontera entre México y Estados Unidos. Hofusan será la sede de docenas de compañías chinas en múltiples sectores. Entre ellas destacan KukaHome, que produce muebles para hogares, y HiSense, que produce electrodomésticos y otros productos electrónicos.
La principal ventaja de trasladar la producción a esta parte de México es una reducción sustantiva de los tiempos de entrega. A estas compañías les solía tomar alrededor de 10 semanas enviar sus productos desde China. Ahora pueden llegar al mercado estadounidense en menos de cuatro semanas. Para ellas, es una ventaja estratégica.

El gobierno local ha mostrado buena predisposición construyendo autopistas más amplias que facilitan la logística.
Gracias a estos movimientos, muchos inversores extranjeros se han interesado por el estado de Nuevo León. Según los datos del Ministerio de Economía de México, desde octubre de 2021, llegaron al estado alrededor de 7.000 millones de dólares en inversión extranjera. Se ha convertido en el segundo destino más importante del país después de la Ciudad de México.
Al producir en México y con un porcentaje importante de insumos de Norteamérica, las compañías chinas pueden utilizar el etiquetado de "Hecho en México". Esto les permite acceder al mercado estadounidense sin tarifas, lo que les ahorra millones de dólares al mes.
El gobierno local ha mostrado buena predisposición construyendo autopistas más amplias que facilitan la logística. Las compañías chinas también están aumentando su presencia en el resto de América Latina: especialmente en Argentina, Brasil, Chile y Perú. Contribuyen a través de distintos canales de financiamiento, proyectos de infraestructura y con inversión extranjera directa.
Al mismo tiempo, los inversores chinos continúan buscando lugares propicios para instalar parques industriales en otras partes del norte y el centro de México. Muestran el crecimiento industrial de Monterrey como un ejemplo de los beneficios que la inversión puede generar en la región.