Nota del editor: Wang Jin es un experto en Oriente Medio de la Universidad del Noroeste de China. El artículo refleja la opinión del autor y no necesariamente la de CGTN.

Irán y Arabia Saudí mantienen una relación inestable y tensa desde 1979. Las opiniones internas de ambos países rechazan mutuamente sus respectivos sistemas políticos. Irán critica el sistema monárquico de Arabia Saudí basado en su singular sistema político de "Estado dirigido por el clero islámico", mientras que Arabia Saudí refuta el sistema político religioso de Irán basado en la doctrina suní. Sus diferencias religiosas y étnicas se han amplificado.
El corte de los lazos diplomáticos entre Irán y Arabia Saudí se originó a raíz de varios acontecimientos ocurridos en 2015. La intervención de Riad en el conflicto de Yemen para golpear al grupo armado hutí, una rama chií local, contó con la oposición de Teherán. El anuncio de Arabia Saudí sobre la ejecución de un erudito chií saudí enfureció a las comunidades religiosas chiíes de Irán. Los peregrinos iraníes sufrieron bajas a gran escala en Arabia Saudí, lo que desató la indignación pública en Irán. Manifestantes iraníes atacaron la embajada saudí, lo que provocó el corte de las relaciones diplomáticas entre ambos países a principios de 2016.
Sin embargo, en los últimos años han surgido nuevas oportunidades. Arabia Saudí espera poner fin al conflicto de Yemen con dignidad y necesita la ayuda de Irán. Mientras tanto, las negociaciones nucleares de Irán con Estados Unidos han entrado en punto muerto, y Teherán espera aliviar las tensiones con Riad y crear un entorno regional favorable para su desarrollo económico. Además, las crisis en Siria, Líbano e Irak exigen que Arabia Saudí e Irán coordinen sus posiciones y refuercen la comunicación.Desde 2020, el diálogo entre Teherán y Riad se ha ido avanzando a medida que se desarrollaban las negociaciones en Irak, donde ambos países alcanzaron un importante consenso. Mientras tanto, los principales aliados regionales de Irán y Arabia Saudí, como Emiratos Árabes Unidos y Kuwait, han restablecido sus relaciones diplomáticas en 2022. Por lo tanto, la reanudación de las relaciones diplomáticas entre Irán y Arabia Saudí también es solo cuestión de tiempo.No obstante, el principal reto al que se enfrentan ambos países es en qué contexto pueden restablecer sus lazos.
China es considerada un socio de confianza por muchos Estados de Oriente Medio, y también una de las pocas potencias emergentes capaces y cualificadas para ser mediadora en la región. Beijing mantiene estrechas relaciones tanto con Teherán como con Riad, al tiempo que sirve de puente y canal de comunicación entre ambos países.
En los últimos años, las relaciones de Estados Unidos con Arabia Saudí se han vuelto más tensas, y Washington no ha establecido relaciones diplomáticas formales con Irán, por lo que no puede facilitar el diálogo entre Irán y Arabia Saudí. Tras el estallido del conflicto entre Rusia y Ucrania, a Moscú también le ha resultado difícil centrarse en las cuestiones de Oriente Medio.
Mientras tanto, China es un socio fiable para los países de Oriente Medio. La Iniciativa de la Franja y la Ruta ha recibido un amplio apoyo de los países de la región, incluidos Arabia Saudí e Irán. En el Foro de Cooperación China-Estados Árabes de 2022 y durante la visita del presidente iraní Ebrahim Raisi a China en febrero, el dirigente chino ha hecho hincapié en el diálogo, allanando el camino para las conversaciones entre los Estados de Oriente Medio.
Con la mediación de China, el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre ambos países pone fin a años de tenso enfrentamiento y brinda nuevas oportunidades de cooperación futura. Además, como potencias importantes en Oriente Medio, Arabia Saudí e Irán pueden desempeñar un papel más importante en la resolución de las crisis regionales en Siria, Irak, Yemen y Líbano. La lucha antiterrorista, los problemas de los refugiados y los conflictos regionales de los Estados de Oriente Medio afectan en gran medida a la estabilidad y la paz del resto del mundo, mientras que la cooperación entre Arabia Saudí e Irán podría dar paso a nuevas oportunidades para el desarrollo regional.
El papel de China como mediador aceptado por Arabia Saudí e Irán muestra el reconocimiento del creciente papel de Beijing en Oriente Medio, donde muchas crisis han sido consecuencia de intervenciones externas. Los conceptos diplomáticos chinos de paz, desarrollo y cooperación beneficiosa para todos han recibido un amplio apoyo de la región.
La paz es la base del desarrollo, que es la visión de la paz. Solo dejando a un lado las diferencias y buscando el beneficio mutuo y soluciones beneficiosas para todos podremos poner fin a los conflictos y crear un futuro próspero. La paz entre Arabia Saudí e Irán con la mediación de China no es solo una práctica exitosa de los principios diplomáticos de Beijing, sino un ejemplo de que la imagen internacional responsable del país asiático está siendo aceptada por Oriente Medio.Tal y como ha dicho Wang Yi, director de la Oficina de la Comisión de Asuntos Exteriores del Comité Central del Partido Comunista de China, como mediador en el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Irán y Arabia Saudí, China seguirá desempeñando un papel constructivo a la hora de abordar cuestiones candentes en el mundo basándose en los deseos de todos los países.