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"Abrir fuego antes de abrir la boca" ¿En qué círculo vicioso ha entrado Estados Unidos?
Artículo de opinión

"Simplemente llegaron a un lugar equivocado y abrieron la puerta por error: un error no intencional que podría haber tenido consecuencias mortales." Así comentó recientemente el New York Times ante una serie de tiroteos ocurridos recientemente en Estados Unidos. Una tragedia llamó especialmente la atención del público nacional e internacional: un joven afroamericano de 16 años del estado de Missouri, Ralph Yart, fue baleado por el propietario de una casa al equivocarse de domicilio cuando buscaba recoger a su hermano.

Encontrar la puerta equivocada, ir por el camino equivocado, subirse al coche equivocado… Estos errores involuntarios pueden provocar la muerte en Estados Unidos. Una mujer del estado de Nueva York fue abatida a tiros por un propietario por entrar erróneamente en su propiedad mientras buscaba la casa de su amiga; dos jóvenes animadoras de Texas se equivocaron accidentalmente de coche y fueron tiroteadas por el hombre que estaba en él… USA Today advirtió que, desde hace décadas, los homicidios con armas de fuego “por equivocaciones” son tragedias cotidianas que se viven en Estados Unidos.

Todos están en peligro, todos buscan protegerse, y así todos se sienten aún más inseguros: los estadounidenses de hoy están paralizados por una profunda sensación de miedo. Este miedo se relaciona con el aumento de la delincuencia en los últimos años. Los datos de la Comisión de Justicia Penal de Estados Unidos muestran que los casos de saqueo en las principales ciudades del país aumentaron un 19 % y los de robo un 20 % en el primer semestre de 2022. USA Today informó que los homicidios en la primera mitad de 2022 aumentaron un 50 % y los asaltos severos alrededor del 36 % en las ciudades que son miembros de la Asociación Estadounidense de Superintendentes de Grandes Ciudades, en comparación con el mismo período de 2019.

En estos casos, el racismo es un factor que contribuye en gran medida. Influenciados por prejuicios raciales muy arraigados, un número significativo de estadounidenses creen equivocadamente que "los grupos no blancos son peligrosos" y, por lo tanto, disparan a las minorías aún cuando no existe amenaza alguna. Los datos muestran que los afroamericanos de entre 15 y 34 años representan la mayor proporción de víctimas de tiroteos, y que los afroamericanos tienen 10 veces más probabilidades de morir asesinados a tiros que los blancos.

Un análisis más detallado revela que disparar un arma sin que exista una amenaza queda fuera del ámbito habitual de la "legítima defensa". Sin embargo, algunas leyes locales de Estados Unidos lo permiten. Por ejemplo, la "ley de defensa en el lugar" de Missouri permite el uso de medios letales para protegerse a uno mismo o a otros cuando se está amenazado o “se perciba" amenazado, independientemente de la posibilidad de una retirada segura. Según un estudio publicado en el Journal of the American Medical Association, la aplicación de la ley de defensa en el lugar en todo Estados Unidos provocó un aumento de entre el 8 % y el 11 % de las tasas de homicidio. La American Bar Association ha caracterizado a esta ley como la "licencia para matar a un bajo coste".

Por un lado, crece la sensación de inseguridad y, por otro, el coste de poseer un arma es cada vez menor. Un usuario estadounidense publicó en las redes sociales: "¡El miedo conduce a comportamientos irracionales, y las armas perpetúan estos comportamientos!". A largo plazo, sin una reforma sistémica, será difícil resolver las profundas contradicciones sociales de Estados Unidos, y la posesión extendida de armas de fuego hará que estos problemas sean cada vez más "incendiarios". 

Es inimaginable que, en la única superpotencia del mundo, que se enorgullece de ser el "faro de los derechos humanos", exista una situación donde se permite "abrir fuego antes de abrir la boca". ¿Quién protegerá los derechos humanos de los estadounidenses a los que se dispara antes de que tengan la oportunidad de hablar?