El ascenso de China como mayor acreedor bilateral oficial del mundo no ha estado exento de debate. En los círculos políticos estadounidenses, en particular, se ha expresado preocupación por el impacto de las finanzas chinas y por la posibilidad de que China practique una "diplomacia de la trampa de la deuda", en la que los préstamos se conceden con la intención de apoderarse de un activo público estratégico o de obtener una ventaja estratégica en caso de impago.

¿Cuáles son los factores que impulsan y determinan la concesión de préstamos y la financiación del desarrollo en el extranjero (OLDF, por sus siglas en inglés) por parte de China? ¿Impulsa o dificulta el OLDF chino el crecimiento económico de los países receptores? ¿Son creíbles las afirmaciones sobre la diplomacia de la trampa de la deuda?
Un nuevo informe elaborado por Oyintarelado (Tarela) Moses, Cecilia Springer y Kevin P. Gallagher desmitifica los factores que impulsan la financiación para el desarrollo y los préstamos en el extranjero de China, proporciona información sobre los factores determinantes y el impacto de la financiación para el desarrollo y los préstamos en el extranjero de China, analiza las causas del aumento de los préstamos chinos, cómo ha afectado esta financiación a los países receptores y desacredita la teoría de la diplomacia de la trampa de la deuda.
Principales conclusiones:
· Una serie de factores interconectados de "empuje" de la oferta y de "atracción" de la demanda dentro de los países receptores y en sectores específicos han hecho posible una enorme cantidad de financiación para el desarrollo procedente de China.
· La "diplomacia de la trampa de la deuda" no es un factor impulsor del OLDF chino. Los autores analizaron ocho ejemplos de supuestos casos de diplomacia de la trampa de la deuda y no encontraron pruebas empíricas de que China preste con el objetivo final de apoderarse de un activo público estratégico o de obtener una ventaja estratégica en caso de impago.
· Los autores también identifican varias hipótesis sin base con la narrativa de la "diplomacia de la trampa de la deuda china": En primer lugar, supone la intención y la deliberación de una estrategia calculada por parte de las instituciones crediticias chinas para atrapar a los países en la deuda y que los prestamistas chinos están en el negocio de apoderarse y mantener los activos estratégicos nacionales de otros países. Por otra parte, la narrativa supone que los prestamistas chinos saben que los países no devolverán la deuda. Estos supuestos son muy improbables dada la fragmentación inherente al sistema chino de financiación del desarrollo.
· Las pruebas empíricas demuestran que el OLDF chino está asociado a un crecimiento económico que beneficia a los países receptores.
Los autores afirman que las narrativas con carga política exacerban las tensiones entre EE.UU. y China en torno a la financiación del desarrollo en un momento en que la coordinación mundial es de la máxima urgencia. Por el contrario, la narrativa debería centrarse en abordar las acuciantes carencias de financiación para las infraestructuras y el clima en las economías de mercado emergentes y en desarrollo, y en sentar unas bases más sólidas para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU para 2030.