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La OTAN se equivoca en sus cálculos por intentar "sobrevivir" provocando disturbios en la región Asia-Pacífico
Artículo de opinión

A partir del 11 de julio se lleva a cabo la cumbre de la OTAN en Lituania. Además de la discusión sobre la situación en Ucrania, tema central de la cumbre, la participación por segundo año consecutivo de los líderes de Japón, la República de Corea, Australia y Nueva Zelanda, pone de nuevo en la agenda de la reunión a los países de la región Asia-Pacífico. Según informes de los medios de comunicación japoneses, debido a la oposición de Francia, la discusión programada para abrir la primera oficina de enlace de la OTAN de Asia en Japón se pospuso hasta después del otoño. Pero los analistas creen que, bajo el liderazgo de Estados Unidos, la intención de la OTAN de ampliar su esfera de influencia a la región Asia-Pacífico no cambiará.

Como producto de la Guerra Fría, la OTAN, desde su nacimiento, ha sido el pilar fundamental de Estados Unidos para mantener su hegemonía y su funcionamiento se basa en la premisa de que "es difícil sobrevivir sin un enemigo". Desde el final de la Guerra Fría, impulsada por la estrategia estadounidense de "pisar a Alemania y Francia", "echar a Rusia" y "competir con China", la OTAN ha llevado a cabo seis rondas de expansión hacia el oriente, ha instigado el conflicto ente Rusia y Ucrania, ha creado una división en la seguridad en Europa y ha extendido continuamente sus tentáculos a la región Asia-Pacífico. 

Ya en enero de 2006, la entonces embajadora de Estados Unidos ante la OTAN, Victoria Newland, planteó por primera vez la idea de la "asociación global", intentando ampliar la influencia global de la organización a través de un mecanismo de asociación entre la OTAN y Japón, la República de Corea, Australia y Nueva Zelanda. En 2009, la OTAN lanzó el Programa de Cooperación a Medida para promover la cooperación entre la OTAN y los cuatro países de Asia-Pacífico en función de sus respectivas necesidades. En los siguientes diez años, el progreso en Asia-Pacífico de la OTAN se ralentizó debido al deficiente cambio del centro de gravedad estratégico de EE. UU. a la región. En 2019, el Departamento de Defensa de EE. UU. publicó su Informe sobre la Estrategia Indo-Pacífica, y la OTAN empezó entonces su colaboración. El nuevo concepto estratégico de la OTAN de 2022 menciona por primera vez a China y la considera explícitamente un "desafío sistémico", como pretexto para acelerar la expansión hacia la región Asia-Pacífico.

En el proceso de avance a Asia-Pacífico de la OTAN, Japón se ha dedicado a atraer a los lobos a casa. En mayo de 2014, el país firmó el Programa de Asociación Individual y Cooperación con la OTAN para mejorar continuamente el nivel de cooperación con la organización y fungir como la "parte principal" en la introducción de la OTAN en la región. Sus motivaciones para ello no se limitan a que Japón es seguidor acérrimo de Estados Unidos, sino que también lo hace porque Japón tiene la ambición de volver al camino del poder militar y colaborar con la OTAN en el campo de la defensa. La OTAN planea establecer en Tokio su primera oficina de enlace en Asia, lo cual indica que la organización pretende establecer en Japón su centro de coordinación de operaciones para Asia-Pacífico, situación que ha provocado una fuerte oposición de la opinión pública en la región.

De hecho, dentro de la misma OTAN no falta oposición a la ampliación de su esfera de influencia. Por ejemplo, el presidente francés Emmanuel Macron declaró una vez que la OTAN se encontraba en "muerte cerebral", lo que se opone frontalmente a la creación de la oficina de enlace de la organización en Japón. Varios funcionarios franceses han señalado que "OTAN" es la abreviatura de "Organización del Tratado del Atlántico Norte", lo que significa que Estados Unidos y Europa son el objeto de la protección colectiva, mientras que el establecimiento de un bastión de la organización en la región Asia-Pacífico no es apropiado. Esta es la voz de la razón y valdría la pena que los miembros de la OTAN la escucharan con atención y reflexionaran.

La región Asia-Pacífico es un territorio para la cooperación y el desarrollo, no un tablero de ajedrez para las grandes potencias. La OTAN, liderada por Estados Unidos, aspira copiar la llamada "experiencia europea" en Asia-Pacífico, pero en realidad planea replicar la división y la confrontación en la región, pero los pueblos de Asia-Pacífico nunca estarán de acuerdo con ello. Los pueblos del mundo amantes de la paz tampoco aceptarán los intentos de la OTAN de "sobrevivir" provocando disturbios en la región Asia-Pacífico.