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Los continuos ciberataques a China revelan qué tipo de "ansiedad por la seguridad" tiene EE. UU.
CGTN Español

El 26 de julio, la Oficina de Administración de Emergencias y la Oficina de Seguridad Pública de Wuhan, capital de la provincia china de Hubei, emitieron una declaración pública y un boletín policial, respectivamente, en los que afirmaban que el Centro Nacional de Respuesta a Emergencias de Virus Informáticos y la compañía 360 habían detectado un ciberataque contra el Centro de Vigilancia de Terremotos de Wuhan, iniciado por un grupo de hackers y elementos infractores extranjeros con fondo gubernamental. Tras un análisis, las pruebas preliminares sugieren que el ciberataque procedía de Estados Unidos.

A pesar de la falta de detalles relacionados por el momento, las personas familiarizadas con este tipo de noticias pueden ver en ellas sombras similares: en 2022, el mismo Centro Nacional de Respuesta a Emergencias de Virus Informáticos y la empresa 360 supervisaron y descubrieron que la Universidad Politécnica del Noroeste de China había sido atacada por un grupo de hackers extranjero. En aquel momento, el informe de la investigación reveló que la Oficina de Operaciones de Intrusión Específica (TAO, por sus siglas en inglés), dependiente de la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos (NSA, por sus siglas en inglés), había utilizado 41 armas de ciberataque especializadas para lanzar miles de ataques contra la Universidad Politécnica del Noroeste de China, robando gran cantidad de datos técnicos clave.

Ya se trate de la Universidad Politécnica del Noroeste o del Centro de Vigilancia de Terremotos de Wuhan, todas ellas son evidentemente instalaciones civiles, pero son objetivos de la cibervigilancia de Estados Unidos sin excepción. Como señaló Edward Snowden, exempleado de la CIA, cuando reveló el sistema Prism en 2013, Estados Unidos intenta de hecho llevar a cabo una vigilancia integral sobre el ciberespacio mundial.

Ahora, los investigadores dedicados a la ciberseguridad de todo el mundo han alcanzado este consenso: lo que Estados Unidos pretende construir en el ciberespacio global es un "arreglo de orden" con importantes características hegemónicas, que ni siquiera perdona a sus aliados.

En opinión de Estados Unidos, la intensificación de la vigilancia contra China es un medio necesario de competencia estratégica. Espera comprender y confirmar el "arma secreta" de China para alcanzar a Estados Unidos mediante escuchas secretas, de modo que Estados Unidos no se vea "amenazado" por el ascenso de China. Para lograr este objetivo, a Estados Unidos intenta poner ojos y oídos en todas las universidades e instituciones de China, a fin de estar al tanto de todas las actividades del país. 

Según un dicho popular en internet, Estados Unidos acusa a otros de cosas que el país ha hecho o está haciendo. Desde hace algún tiempo, varios funcionarios estadounidenses vienen especulando sobre los llamados "ciberataques chinos a Estados Unidos". El ciberataque contra el Centro de Vigilancia de Terremotos de Wuhan demuestra una vez más que Estados Unidos, movido por su creciente ansiedad en materia de seguridad, ha seguido llevando a cabo ciberataques incontrolados, sin fronteras y sin fondo contra China, y que Estados Unidos es un auténtico imperio hacker.

China condena enérgicamente los ciberataques irresponsables y tomará las medidas necesarias para salvaguardar la ciberseguridad. Los pueblos amantes de la paz de todo el mundo también deben unir sus manos para oponerse a la ciberhegemonía y hacer frente juntos a los ciberataques. El ciberespacio es el hogar común de la humanidad, no el patio trasero de la hegemonía.