Un grupo de unas 150 personas de Japón, entre ellas trabajadores de la pesca de la prefectura de Fukushima, han presentado una demanda para detener el vertido de agua de la accidentada central nuclear de Fukushima Daiichi.

La demanda se presenta contra el Gobierno japonés y el operador de la central, Tokyo Electric Power. Los demandantes afirman que los vertidos oceánicos violan sus derechos de pesca y amenazan el derecho de los consumidores a vivir en paz. Entre los demandantes hay personas afectadas por la catástrofe nuclear de 2011 en la central. Pretenden que se anule la aprobación de las instalaciones creadas para el vertido de agua, así como que se prohíba el vertido.