Las Fuerzas Armadas de Marruecos informaron de que al menos 632 personas perdieron la vida después de que un terremoto de magnitud 6,8 en la escala de Richter sacudiera el suroeste de Marrakesh. 

El sismo causó daños sustanciales e incluso el colapso de algunos edificios. Videos compartidos en redes sociales mostraron escombros y polvo cubriendo callejones angostos, y objetos temblando y cayéndose de sus estanterías. El sistema PAGER del Servicio Geológico de Estados Unidos, que provee un diagnóstico preliminar sobre el impacto de los terremotos, emitió alertas tanto de daño económico como de fatalidades relacionadas con el sismo. La región del norte de Marruecos es blanco frecuente de estos movimientos telúricos por encontrarse entre la placa tectónica africana y la euroasiática.