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Un devastador terremoto provoca la muerte de al menos 2.000 personas
CGTN Español

01:33

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Las banderas ondearán a media asta en todas las instalaciones públicas durante el luto nacional, según un comunicado emitido por la Oficina Real después de que el rey marroquí Mohammed VI presidiera una reunión sobre el desastre.

El epicentro del terremoto de magnitud 6,8, que ocurrió a las 23 horas y 11 minutos del día 8 de septiembre, se situó cerca de la ciudad de Ighil, a unos 70 km al suroeste de Marrakech. La mayoría de las víctimas proceden de las remotas e inaccesibles regiones montañosas cercanas al epicentro, en donde las carreteras dañadas dificultan aún más las labores de búsqueda y rescate de supervivientes. El terremoto se sintió en muchas ciudades de Marruecos, incluidas la capital, Rabat, y Casablanca.

Marruecos no había sufrido una catástrofe de este calibre desde 2004, cuando un terremoto de magnitud 6,3 sacudió la ciudad portuaria de Alhucemas, causando la muerte de unas 630 personas. 

Países y organizaciones árabes, como la Liga Árabe, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Palestina, Arabia Saudí, Catar, Túnez, Argelia, Líbano y Libia, enviaron el día 9 de septiembre sus condolencias a Marruecos por el devastador terremoto, expresando su solidaridad y comprometiéndose a apoyar los esfuerzos de rescate y socorro. Otros países que han ofrecido sus condolencias o ayuda son España, Irán, Turquía, Israel, Francia, Alemania y Estados Unidos, entre otros.

Por su parte, la Sociedad de la Cruz Roja de China anunció el día 9 de septiembre que proporcionaría a la Media Luna Roja marroquí 200.000 dólares estadounidenses en efectivo como ayuda humanitaria de emergencia para contribuir a sus operaciones de rescate.