Dos documentos desclasificados por el Departamento de Estado de Estados Unidos en agosto confirmaron la injerencia de Washington en la política de Chile entre los años 1960 y 1970. Entre los documentos hay informes de evaluación estadounidenses sobre la situación en Santiago entre el 8 y el 11 de septiembre de 1973, durante el golpe de Estado chileno. También incluye archivos de inteligencia sobre el derrocamiento del presidente Salvador Allende, y el trabajo de varios activistas en Chile. 

Tras la publicación de estos documentos, el embajador de Chile en Estados Unidos, Juan Gabriel Valdés, declaró en una entrevista el 25 de agosto que, y citamos, "Estados Unidos tiene una responsabilidad muy fuerte en lo que fue la destrucción progresiva de las instituciones, en el debilitamiento de la fe en la democracia y en la promoción de una actividad violenta que terminó con el proceso democrático" de Chile.