En la primera sección se indica que la interdependencia es la tendencia predominante a lo largo de la historia y que se necesita solidaridad frente a las crisis globales de paz, seguridad y desarrollo. 

El Libro Blanco critica la mentalidad de suma cero, señalando que China llama a los países a construir una comunidad global de futuro compartido, para buscar la apertura, la inclusión, el beneficio mutuo, la equidad y la justicia. El objetivo no es reemplazar un sistema o civilización por otro. Más bien, se trata de que los países con diferentes sistemas sociales, ideologías, historias, culturas y niveles de desarrollo se unan para promover derechos y responsabilidades compartidos en los asuntos globales.

También explica las estrechas conexiones entre esta visión y la cultura tradicional china, la filosofía del Partido Comunista de China, las tradiciones diplomáticas de China y los logros de otras civilizaciones. 

En la práctica, el informe indica que el mundo necesita seguir adelante con la globalización económica, buscar el desarrollo pacífico, fomentar un nuevo tipo de relaciones internacionales con asociaciones globales, practicar un verdadero multilateralismo y promover los valores comunes de la humanidad.

El libro blanco apunta a la cooperación de la Franja y la Ruta, la Iniciativa de Desarrollo Global, la Iniciativa de Seguridad Global, la Iniciativa de Civilización Global, además, señala que China ha trabajado con más países y ha impulsado la cooperación internacional en todas las áreas. Se concluye que construir la comunidad de futuro compartido requiere confianza, determinación, responsabilidad y acciones.