Según un informe del Observatorio del Clima de Brasil divulgado el día 24 de octubre, las cadenas de producción y distribución de alimentos en este país representaron el 73,7 % de los 2.400 millones de toneladas brutas de gases de efecto invernadero liberados en 2021 por el país a la atmósfera.

La mayor parte de las emisiones no procedían de la producción de alimentos en sí, sino de la deforestación para convertir la vegetación nativa en cultivos y pastos, destacó la red conformada por organizaciones ambientalistas.
De los 1.800 millones de toneladas de gases contaminantes emitidos en 2021 por el sistema de producción y distribución de alimentos, el 77,6 % (unos 1.400 millones de toneladas) procedía de la producción de carne bovina; de ese total, el 70,6 % fue por el cambio de uso de suelo (deforestación), el 29,2 % procedió de la propia producción y el 0,2 % restante del uso de energía y la producción de residuos.

De los 1.800 millones de toneladas de gases contaminantes emitidos en 2021 por el sistema de producción y distribución de alimentos, el 77,6 % procedía de la producción de carne bovina.
Si fuera un país, según el estudio, la carne de vacuno brasileña sería el séptimo mayor emisor de gases del mundo.
El Observatorio del Clima señaló en un comunicado, "este estudio innova al traer una mirada transversal a las emisiones, conectando en cadena todos los sectores de emisiones que son tratados por separado en las metodologías de inventario".
El estudio mostró que la inversión en recuperación y gestión del suelo, con propuestas que capturan carbono, supone para el país la captura de 200 millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2) al año.
Este año, el Gobierno de Brasil incorporó al Plan Cosecha, que financia la agricultura y la ganadería, medidas para beneficiar a los productores que incorporen medidas de producción más ecológicas o respetuosas con el medio ambiente.