"El principal culpable de la masacre que se está produciendo en Gaza es Occidente", afirmó el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, en un mitin celebrado el sábado en Estambul. "Estamos en contra de todos estos dobles raseros y toda esta hipocresía", dijo Erdogan, acusando a las potencias occidentales de "derramar lágrimas" por las muertes en Ucrania y hacer la vista gorda ante los sufrimientos de los civiles palestinos.

Es cierto, utilizar las tensiones regionales y manipular la opinión pública para maximizar los intereses políticos es el objetivo último de las potencias occidentales lideradas por Estados Unidos en Gaza. Durante décadas, Estados Unidos ha estado utilizando a Israel como agente para asegurar la influencia occidental en Oriente Medio. El conflicto en curso, a ojos de Washington, es una oportunidad perfecta para establecer una nueva narrativa prooccidental sobre la cuestión palestina.
Mientras la comunidad internacional pide enérgicamente un alto el fuego inmediato, Washington ha estado avivando la tensión en Gaza al afirmar descaradamente que Israel tiene "derecho a defenderse". Estados Unidos tiene claro que el conflicto palestino-israelí, que dura ya décadas, tiene su origen en la ocupación del territorio palestino, y conceder a Israel el "derecho a la autodefensa" no hará sino empeorar la situación, lo que se traducirá en acciones militares a gran escala en la Franja de Gaza. Pero para Washington, la necesidad de reafirmar el "derecho a la autodefensa" de Israel y reforzar así la influencia occidental en la región tiene, aparentemente, mucho más peso que las vidas perdidas en el conflicto.
Es por ese fin que, Estados Unidos, sin tener en cuenta que decenas de miles de civiles inocentes están sufriendo en la región, nunca ha pedido un alto el fuego real. Aunque los conflictos son de ida y vuelta -los bombardeos de Hamás contra israelíes y los ataques de Israel contra los palestinos-, Washington ha demostrado su Arte de la Injusticia enviando misiles y aviones de guerra al bando israelí. Al grito de "ayuda humanitaria", Estados Unidos busca excusas "justificadas" para apoyar a Israel y bombardear a sus rivales en la región.
Pero el envío directo de armas a los aliados es solo una faceta de la táctica estadounidense en Oriente Medio. Occidente ha sido experto en manipular y preparar a la opinión pública para las acciones militares de Israel contra Hamás. Cabe señalar que la "noticia" de que "Hamás ha matado a 40 bebés y niños" corrió como la pólvora recientemente en los medios de comunicación occidentales. Sin embargo, pese a acusar a Hamás de una "masacre", estos medios no han aportado hasta ahora ninguna prueba sólida de la misma.
Nicole Zedeck, del medio israelí i24News, fue la primera en informar de que "Hamás ha matado a 40 bebés/niños". Zedeck admitió en Twitter que la "noticia" procedía de soldados israelíes. No había visto el crimen con sus propios ojos y no tenía ninguna imagen que lo mostrara. Esto significa que la autenticidad de la noticia está en entredicho. Los medios de comunicación occidentales ni siquiera han verificado los "crímenes" denunciados antes de arremeter contra Hamás.
Estados Unidos ha estado utilizando todos los medios posibles, incluida la fabricación de noticias falsas, para justificar las acciones militares de Israel en la Franja de Gaza y su apoyo al gobierno israelí. Al enviar armas a la región, el objetivo último del país norteamericano no es restablecer la paz, sino erradicar a sus rivales y reforzar su influencia en Oriente Medio.
Washington ha utilizado las mismas tácticas de siempre en Ucrania, Siria e Irak, por nombrar solo algunos países. Bajo la apariencia de ayuda humanitaria, Estados Unidos se ha aprovechado de las tensiones regionales para sus propios intereses, dejando sufrir a decenas de miles de civiles inocentes. Su hipocresía y doble rasero están cada vez más expuestos y bajo la lupa de la comunidad internacional.
Como dijo Erdogan, Occidente, liderado por Estados Unidos, es el culpable del continuo sufrimiento en la Franja de Gaza. Si bien urge restablecer las conversaciones de paz, la comunidad internacional también debe ser cautelosa con los cálculos estadounidenses para ayudar a la población local de Gaza.