En cuanto a una transformación significativa en Shanghai, el Gran Mundo, erigido en 1917 y previamente el salón recreativo cubierto más influyente de la ciudad, ha experimentado una renovación integral en 2008 y reabrió al público en 2016.

Este monumento histórico, coronado por una característica torre de cuatro pisos, ha sido transformado en un moderno complejo teatral. Este espacio ahora alberga representaciones de ópera tradicional, acrobacias, conciertos y exposiciones de patrimonio cultural inmaterial, fusionando la tradición con el estilo de Shanghai y entrelazando la historia con la modernidad.