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Acciones concretas de China frente al cambio climático
CGTN Español

Antiguamente, los baños públicos eran un "paisaje" especial en las ciudades chinas. En aquellos días de escasez de recursos, darse un baño en casa no era fácil para muchas familias chinas. Como resultado, surgieron en el país baños públicos, donde los chinos podían disfrutar de una ducha y un masaje relajante por solo unas cuantas monedas.

Pero hoy en día, estos baños públicos poco a poco van pasando a la historia. Entre otros, la popularidad de los calentadores solares de agua es, sin duda, el principal factor impulsor. Con hileras de paneles solares reemplazando los baños públicos para convertirse en un nuevo "paisaje" en las ciudades chinas, China está liderando su camino hacia un estilo de vida bajo en carbono.

Desde productos solares domésticos hasta generación de energía, China es una potencia en ascenso en la industria fotovoltaica. Hace poco más de una década, la industria fotovoltaica de China dependía en gran medida de países extranjeros tanto para las materias primas como para la tecnología. Según informes de la agencia Xinhua, antes de 2013, las máquinas de soldar de las fábricas fotovoltaicas chinas se importaban de Alemania, Estados Unidos, España y Japón.

Hoy en día, las estadísticas de la Asociación de la Industria Fotovoltaica de China muestran que las empresas nacionales ocupan el primer lugar en la producción mundial de los cuatro elementos clave en la fabricación fotovoltaica: silicio policristalino, obleas de silicio, células de batería y módulos.

El ascenso de China en la industria fotovoltaica demuestra la determinación del país de implementar su política baja en carbono y abordar la crisis climática global. Desde 2022, China ha experimentado un rápido progreso en nuevas energías, incluidas la fotovoltaica y la eólica, lo que ha resultado en el primer descenso interanual del grado de dependencia de fuentes externas, tanto de petróleo como de gas natural, en 30 años.

Según la Administración Nacional de Energía, a finales de junio de 2023, la capacidad instalada de energía renovable en China había superado los 1.300 millones de kilovatios, superando la capacidad instalada de energía de carbón por primera vez en la historia de China. La capacidad instalada de China en energía eólica, fotovoltaica, hidroeléctrica y bioenergía ocupa el primer lugar en el mundo.

Para hacer frente a la crisis climática global, China, al tiempo que se centra más en el desarrollo de energías renovables, se ha esforzado por hacer más eficiente la energía tradicional. Mediante el desarrollo de su economía circular, China ha disminuido la intensidad de sus emisiones de dióxido de carbono en más de un 51 % en 2022, en comparación con 2005, y ha reducido casi 3.000 millones de toneladas de emisiones de dióxido de carbono en la última década.

En septiembre de 2020, el presidente chino, Xi Jinping, anunció que China pretende que las emisiones de dióxido de carbono alcancen su punto máximo antes de 2030 y lograr la neutralidad de carbono antes de 2060. En noviembre de este año, China y Estados Unidos decidieron cooperar a través del Grupo de Trabajo para Potenciar la Acción Climática en la Década de 2020 durante la cumbre de San Francisco. Con acciones eficaces y pragmáticas sin precedentes, China se ha convertido en un participante, contribuyente y líder clave en la gobernanza global del clima.

Como país en desarrollo responsable, China anunció en 2021 que dejaría de construir nuevos proyectos de centrales eléctricas de carbón en el extranjero y ha estado apoyando acciones de baja emisión de carbono en otros países en desarrollo. Por un lado, China ha estado aprovechando al máximo las plataformas internacionales para participar en la gobernanza global del clima, reforzar la cooperación Sur-Sur en materia de cambio climático, ayudar a los países insulares a consolidar sus mecanismos de prevención y reducción de desastres, ayudar a las naciones africanas a desarrollar energías renovables y abordar la escasez de electricidad en los hogares empobrecidos.

El parque eólico De Aar, operado por el Grupo de Energía Longyuan de China, por ejemplo, genera más de 750 millones de kilovatios anuales en Sudáfrica, ahorrando más de 200.000 toneladas de carbón estándar y reduciendo las emisiones de dióxido de carbono en más de 700.000 toneladas, según Xinhua.

Por otro lado, China, al promover la Coalición Internacional para el Desarrollo Verde de la Iniciativa de la Franja y la Ruta, ha estado brindando activamente apoyo financiero y planes de acción para los países en desarrollo. Esto ha demostrado la determinación y responsabilidad de China en la promoción de la gobernanza climática global. Hasta ahora, China ha destinado alrededor de 1.200 millones de yuanes (168 millones de dólares) para la cooperación climática Sur-Sur.

Tal como dijo el representante especial del presidente chino Xi Jinping, Ding Xuexiang, en la Cumbre Mundial sobre Acción Climática en Dubái, Emiratos Árabes Unidos, todas las partes deben fortalecer su determinación y capacidad para abordar conjuntamente los desafíos del cambio climático. Al tiempo que toma medidas concretas para combatir el calentamiento global, China también insta a la comunidad internacional a adherirse a los objetivos y principios establecidos en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático y el Acuerdo de París, aumentar la solidaridad y la cooperación, y lograr beneficios mutuos y resultados beneficiosos para todos. Ante las crisis globales, la cooperación es la única solución.