A lo largo del año pasado, China elevó sus relaciones diplomáticas con 17 países, un numero récord que no se había visto en diez años. La mayoría de estas 17 naciones son países en desarrollo, incluyendo varios países latinoamericanos, como Venezuela, Uruguay y Colombia, así como Nicaragua, que rompió sus llamadas "relaciones" con la región china de Taiwan y restableció lazos diplomáticos con la República Popular China.

Esto, por una parte, refleja que China está consolidando activamente sus relaciones de socios con más países ante la fractura geopolítica, y por otra parte, demuestra el alza de los países del Sur. En un trasfondo en el que EE. UU. considera a China como un rival y trata de aislarla, los países del Sur se inclinan por tratar de forma independiente sus relaciones con China en base a sus propios intereses.