Las emisiones de dióxido de carbono (CO₂) a la atmósfera enviadas por el sector eléctrico brasileño en 2023 fueron las menores desde 2011, con 0,038 toneladas de CO₂ por teravatio-hora generado (TWh), frente a las 0,042 toneladas de CO₂ por TWh de 2022, informó el día 16 de febrero el Gobierno.
Según divulgó el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación (MCTI), se trata del menor nivel desde 2011, cuando el nivel fue de 0,028. Desde entonces, el indicador ha superado la tonelada por TWh en tres ocasiones durante la crisis del agua: 2014, 2015 y 2021.
La caída del indicador refleja el escenario favorable para las centrales hidroeléctricas y la expansión de la generación eólica y solar, que han reducido la necesidad de centrales térmicas, más contaminantes y caras.
Según datos del Operador Nacional del Sistema Eléctrico (ONS), la energía renovable de origen solar, eólica e hidroeléctrica representó casi el 90 por ciento de los 75.600 MW (megavatios) medios inyectados en el sistema eléctrico brasileño en 2023.
Las emisiones de dióxido de carbono (CO₂) a la atmósfera enviadas por el sector eléctrico brasileño en 2023 fueron las menores desde 2011.
Las fuentes solar y eólica establecieron un récord de generación con 15.900 MW promedio, un aumento de casi el 50 por ciento respecto al año anterior. Con subvenciones y gran atractivo para los consumidores industriales, ambas fuentes han experimentado un gran crecimiento en el país.
Su potencial es destacado por el Gobierno como uno de los diferenciales del país en la carrera de inversiones para la transición energética, uno de los pilares de la nueva política industrial anunciada por el actual gobierno.
Se espera que el ritmo de expansión de las energías renovables siga acelerándose en el país en los próximos años. Según la Agencia Nacional de Electricidad (Aneel), actualmente hay 107 parques eólicos y 173 parques solares en construcción en el país. Otros 515 parques eólicos y 2.837 plantas solares ya tienen licencia, pero aún no han empezado a construirse.
Este factor, prosigue, "abre una enorme posibilidad para la producción del hidrógeno verde (H2V) más barato del mundo y el desarrollo de nuevas tecnologías sinérgicas, como el almacenamiento de energía y los vehículos eléctricos".