El estatal Servicio Nacional de Hidrología y Meteorología (Senamhi) de Bolivia emitió el viernes 23 de febrero la "alerta roja" para la ciudad de La Paz, sede de Gobierno, ante la inminente amenaza de crecida de ríos con desbordes debido a las intensas lluvias en los próximos días.

De acuerdo con el Senamhi, la "alerta roja" abarca dos periodos: del 23 al 25 de febrero y del 27 de febrero al 1 de marzo.
La primera advertencia se centra en el río La Paz y sus afluentes, con posibles desbordes en zonas como Plan Autopista, Aruntaya, Umananta, Zona Sur, Achocalla, Mallasa, Mecapaca, Palomar, Huayhuasi, Palca y comunidades adyacentes.
La segunda alerta se refiere al río Irpavi y afluentes secundarios, con posibles desbordes en áreas como Plan Autopista, Aruntaya, Zona Sur, Irpavi y comunidades cercanas.
El nivel crítico de los ríos, según el Senamhi, hace inminente el desborde o, en algunos casos, ya se ha iniciado la inundación.
La ciudad de La Paz ha experimentado en las últimas semanas los estragos de las lluvias con deslizamientos, colapsos y daños en viviendas y la vía pública, incluyendo varios hundimientos de calles y carreteras.
Además, se activó la alerta naranja a partir de mañana sábado y hasta el próximo jueves para los departamentos de Oruro (oeste), Potosí (suroeste) y el altiplano de La Paz (oeste), debido al riesgo de desbordes de ríos.
El ministro de Defensa, Edmundo Novillo, informó el jueves a los periodistas que, desde noviembre pasado a la fecha, las lluvias en Bolivia han cobrado la vida de 37 personas y han afectado a 12.772 familias en ocho de los nueve departamentos del país.
Entre las familias afectadas, 206 viviendas resultaron dañadas y 456 fueron destruidas por inundaciones, desbordamientos de ríos y deslizamientos de tierra.
La época de lluvias en Bolivia, que suele iniciarse en noviembre y extenderse hasta marzo, alcanza su mayor intensidad en enero y febrero, según Novillo, ha representado un desafío constante para las autoridades y la población ante el riesgo de desastres naturales.