Al ser la capital de China, Beijing cuenta con un papel muy destacado a todos los niveles. Tianjin, por su parte, es el núcleo logístico del norte del país y uno de los puertos más activos del mundo. En cuanto a la provincia de Hebei, es conocida por su industria pesada. El plan para su integración se formuló para aprovechar al máximo la ventaja competitiva y el potencial de cada una de ellas. En la última década, su PIB total casi se ha duplicado, hasta alcanzar los 10,4 billones de yuanes, casi un billón y medio de dólares. Para el sector empresarial, la iniciativa supone menores costes, mayor eficiencia y más agilidad.

"Antes, teníamos que ir y venir entre Beijing y el puerto de Tianjin para el despacho de aduanas, lo que nos llevaba mucho tiempo. La política de despacho aduanero único nos ha permitido hacer la declaración de aduanas en Beijing y el despacho en el puerto de Tianjin", afirmó Ma Qinghai, director de una empresa de comercio.

El área Beijing-Tianjin-Hebei potencia las cadenas de innovación, industrial y de abastecimiento. Esto ha inyectado un nuevo impulso que continuará su tendencia al alza.