China ha fijado su meta de crecimiento del producto interno bruto en alrededor del 5 % para 2024, lo que representa la última señal de que la segunda economía del mundo está comprometida con un desarrollo de alta calidad a pesar de las incertidumbres externas. Con el objetivo de apuntalar un desarrollo de alta calidad del país, el Informe sobre la Labor del Gobierno presentado por el primer ministro Li Qiang en la apertura de la sesión anual de la XIV Asamblea Popular Nacional ha esbozado importantes medidas favorables al crecimiento económico, entre las cuales se encuentra el plan de implementar medidas para garantizar el ambiente favorable para las empresas con financiación extranjera, prometiendo mayores esfuerzos para atraer inversión extranjera. Compartir con el mundo los frutos de desarrollo ha sido desde hace tiempo la postura del país asiático.
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Mirada Económica les invita a conocer más acerca de esta cuestión, mediante la celebración de una mesa redonda denominada "Rumbo a la Prosperidad", con la participación de varios políticos y académicos de España, quienes comparten sus observaciones e impresiones acerca de los objetivos de China para el desarrollo económico y social en 2024 y las oportunidades que conlleva la cooperación de beneficio mutuo entre el país asiático y España.
Xulio Ríos, exdirector del Observatorio de Política China, señala que el conjunto de la humanidad comparte el desarrollo de China, y recuerda que está muy arraigada en la cultura china, esa idea de que todos deben ganar. Ríos añade que la construcción de una comunidad de futuro compartido para la humanidad no es una propuesta de tipo coyuntural u oportunista, sino que goza de un gran predicamento en la sociedad china.
Durante la entrevista para la Mesa Redonda, Antonio Miguel Carmona, político del PSOE, comenta que el crecimiento de China es serio, contundente y desde luego sostenible. Al mismo tiempo, el exdiputado de la Asamblea de Madrid señala que, en la última década, China ha conseguido exportar la prosperidad, y ha apostado por la estabilidad y la paz a nivel mundial.
Felipe Debasa, director del máster oficial en Relaciones entre China y la Unión Europea de la Universidad Rey Juan Carlos, también ha participado en la Mesa Redonda. Debasa ha destacado la apuesta de China por la innovación y el apoyo a la comunidad científica y académica, así como el plan de potenciar el consumo interno como objetivos reales que se establecen en el Informe sobre la Labor del Gobierno. Apunta el profesor Debasa que China ha demostrado su resiliencia a los cambios y una gratitud con la apertura a todos para participar en la comunidad global.
Adrián Zelaia, profesor de Economía Aplicada de la Universidad del País Vasco, comenta que considera un verdadero hito histórico que Occidente haya reconocido la cooperación de beneficio mutuo propuesta por China, lo que permite superar las relaciones de carácter meramente competitivo. Según Zelaia, eso demuestra que la estrategia de beneficio mutuo es viable y que se está aplicando en la práctica en las relaciones entre China y el resto del mundo.
Alex García, economista español, expresa que el desarrollo de China es perfectamente sostenible tanto a corto como a largo plazo, puesto que ha podido mantener un buen crecimiento económico con un déficit del 3 %, por lo que es esperado que se cumplan las estimaciones y los objetivos marcados en el Informe sobre la Labor del Gobierno chino.
Víctor Cortizo, abogado y profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Francisco de Vitoria, destaca que en medio de las incertidumbres a nivel global, la estabilidad de China ha sido una buena señal para todo el mundo. Al mismo tiempo, expresa que las relaciones entre España y China cuentan con un potencial grande y un futuro prometedor, gracias a la exención de visado para los españoles emitida por el país asiático.