Nota del editor: El Foro Internacional sobre Democracia: Los Valores Humanos Compartidos se celebrará en marzo en China. ¿Cuáles son las características de la democracia china? ¿Se sostiene el escepticismo occidental contra el sistema político chino? ¿Cómo se representan los intereses de los ciudadanos en las instituciones políticas? “La democracia en China” es una serie de tres partes que analiza las preguntas anteriores. El primer ensayo profundiza en la democracia popular de proceso completo de China. Robert Lawrence Kuhn es intelectual público, experto en estrategia corporativa internacional y en inversiones. El artículo refleja las opiniones del autor y no necesariamente las de CGTN.
La democracia popular de proceso completo de China es un concepto opaco para muchos occidentales que suponen que el sistema político del país, que no es multipartidista según definición occidental ni celebra elecciones generales periódicas, no puede ser en modo alguno democrático.
Sin embargo, cuando el presidente chino, Xi Jinping, explicó el objetivo del segundo centenario de construir un “país socialista moderno” para 2049, utilizó en su discurso seis adjetivos aspiracionales: próspero, fuerte, democrático, culturalmente avanzado, armonioso y bello. Como queda claro, el tercero de estos adjetivos es “democrático”. Según destacó el líder chino, la democracia es un valor común para toda la humanidad, y un principio fundamental irrenunciable para el Partido Comunista de China (PCCh) y para la sociedad china en su conjunto. A su vez, constituye el mecanismo para resolver los conflictos y defender los intereses del pueblo.
El llamado del El Partido aboga por ampliar la participación política del pueblo de manera ordenada, reforzar la protección de los derechos humanos y el Estado de derecho y garantizar el disfrute de amplios derechos y libertades de acuerdo con la ley.
La democracia en este sistema dirigido por el Partido implica incorporar la opinión pública en la toma de decisiones a través de mecanismos de retroalimentación que tienen como objetivo discernir qué piensan los ciudadanos comunes sobre las distintas políticas propuestas en un proceso conocido como “sondeo de la sabiduría popular”. Aunque no hay elecciones en el sentido occidental, sí hay un gran compromiso con escuchar las propuestas y velar por los intereses de todos los sectores de la sociedad.
Para reforzar la democracia popular de proceso completo, China mantiene y actualiza constantemente el sistema de asambleas populares para asegurar que pueda ejercer su poder de supervisión eficazmente. Además, los informes de trabajo de los dirigentes del Partido en los congresos quinquenales, y del Gobierno en la Asamblea Popular Nacional cada año, reflejan una gran cantidad de aportes y sugerencias de todos los funcionarios, expertos y sectores relevantes.
Para los extranjeros que se preguntan cómo China logró erradicar la pobreza extrema, les señalo que, en todos los casos, el común denominador ha sido la capacidad de liderazgo y organización del PCCh. Llevo más de 30 años viajando a China. He estado por toda China, y visitado más de 100 ciudades. Sin embargo, por mucho que creyera conocer el país, no me fue posible comprender todo lo que se necesitaba para aliviar la pobreza hasta que visité las regiones más pobres, especialmente las aldeas de montaña más remotas, y hablé con los aldeanos en las situaciones económicas más difíciles.
Fue en 2013 cuando China propuso el concepto de alivio focalizado de la pobreza. "Focalizado" en este contexto significa seguir procedimientos estandarizados y programas individualizados para sacar a cada familia pobre de esa situación. Cinco niveles de secretarios locales del Partido coordinan sus funciones: provincial, municipal, de distrito, de municipio y de aldea. También hay terceras partes que realizan evaluaciones de forma periódica y aleatoria para garantizar la precisión y la honradez.
Me sorprendió descubrir que cada familia pobre de China tiene su propio expediente, es decir, millones de familias pobres, cada una con su propio plan personalizado, cada una revisada mensualmente y digitalizada para su recopilación y análisis centralizados. También es admirable que envíen funcionarios a las aldeas empobrecidas para gestionar el alivio de la pobreza, a veces durante dos años o más.
Mis amigos chinos me preguntan: ¿Por qué el mundo malinterpreta al Partido?
Yo creo que el problema es, en parte semántico. La palabra "partido" connota, en los sistemas políticos occidentales, la existencia de una parcialidad que compite en elecciones libres y abiertas contra otras parcialidades. Cuando un partido gobernante no compite en elecciones multipartidistas libres y abiertas, consideran que ese sistema político no es democrático.
Este retrato pinta mal el sistema político chino, que se basa en un principio diferente, en el que el Partido es la organización gobernante, no un partido político ni una parcialidad que compite contra otras. Es un Partido de élites procedentes de todos los sectores de la sociedad, formado por alrededor del 7 % de la población, pero encargado de representar los intereses fundamentales de todo el pueblo chino.
El PCCh, como partido gobernante, no es equivalente a un partido político en los sistemas occidentales, donde solo representan a un determinado grupo de votantes y están sujetos a ciclos electorales.
Por esta razón, el PCCh tiene la obligación más elevada y amplia de mejorar el nivel de vida y el bienestar de todos los ciudadanos chinos. Esto incluye asegurar el Estado de derecho, la transparencia en el gobierno, la participación pública en la gobernanza, el aumento de la democracia, las libertades y los derechos humanos.
Se trata de desafíos reales y concretos. Todos los sistemas políticos y todos los partidos políticos tienen ventajas y desventajas. Alcanzar objetivos nacionales como la erradicación de la pobreza es, sin duda, una de las ventajas del sistema chino dirigido por el Partido. Sin embargo, no es el único criterio válido para evaluar un sistema. Por eso, es necesario que se continúe profundizando la reforma y la apertura para que el sistema siga mejorando.
El alivio de la pobreza en China es un ejemplo de la defensa de los derechos humanos. Y para el PCCh, desarrollar la democracia y la gobernanza es a la vez una misión y un desafío.