Según indican los climatólogos, Perú es uno de los países más afectados por el cambio climático. Una de las muestras más claras de los efectos ha sido la pérdida del 56 % de sus glaciares en los últimos 60 años. En algunas zonas, los glaciares eran fundamentales para las poblaciones locales como reservorios de agua potable y otros usos. En otras zonas, el deshielo ha incrementado el riesgo de desborde de las lagunas glaciares formadas en los últimos años.
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Según el segundo Inventario Nacional de Glaciares y Lagunas de Origen Glaciar, en los últimos 60 años el Perú ha perdido el 56 % de sus glaciares. Este declive, atribuido al cambio climático, no solo ha impactado la cantidad y calidad de agua dulce almacenada en forma de hielo, sino que también ha generado otras consecuencias adversas, como aluviones e inundaciones.
"Los glaciares de Perú, que son considerados glaciares tropicales, retroceden de forma bastante acelerada, es decir al año pierden entre 1 a 1.5 % en promedio, eso es bastante a nivel mundial", dijo Fabián Drenkhan, glaciólogo y catedrático de la PUCP.
Según el informe más reciente del Inventario Nacional de Glaciares y Lagunas de Origen Glaciar, Perú alberga 2.084 glaciares y 8.466 lagunas de origen glaciar, lo que representa el 68 % de los glaciares tropicales a nivel mundial. Sin embargo, el calentamiento global ha reducido hasta en un 40 % las extensiones de hielo, lo que afecta gravemente el suministro de agua en las áreas altoandinas.
"Son sobre todo las zonas altas, cabeceras de cuenca, y en la época seca donde la pérdida de la masa glaciar afecta en la disponibilidad hídrica, es decir donde podría haber o ya hay en parte una escasez hídrica", mostró Fabián Drenkhan.
Otro ejemplo del impacto climático se observa en el nevado Pastoruri, una vez atractivo turístico, ahora reducido a menos de 0.75 kilómetros cuadrados de hielo, según el Instituto Nacional de Investigaciones de Glaciares y Ecosistemas de Montaña.
"Probablemente en 50 a 100 años perderemos casi la mitad de muchos nevados que tenemos, y en un aproximado de 300 o 400 años se pierdan todos los nevados que tenemos en esta hermosa cordillera", dijo Hugo Quezada Campos, guía de montaña.
"Anteriormente era un área de esquí donde se podían hacer deportes de nieve y de glaciar. Hoy en día se ha convertido el Pastoruri en un área muy emblemática de hielo y nieve, en un área de retroceso y de impactos del cambio climático que se usa para una ruta de cambio climático, para entender los impactos del cambio climático, en alta montaña en el Perú", indicó Fabián Drenkhan.

Según indican los climatólogos, Perú es uno de los países más afectados por el cambio climático.
La región de Áncash, hogar de la Cordillera Blanca, alberga la principal reserva de glaciares tropicales del mundo. Las autoridades peruanas y expertos trabajan arduamente para evitar tragedias similares a la ocurrida en 1970, cuando un terremoto desencadenó un desprendimiento de hielo del nevado Huascarán, lo que provocó un devastador alud que sepultó la ciudad de Yungay y dejó más de 30.000 víctimas mortales.
"Varios y probablemente la mayoría de los glaciares en el Perú los perderemos en los próximos años y los perderemos en las próximas décadas. Hoy en día se están implementando diferentes estrategias de adaptación tales por ejemplo, la construcción de reservorios. Se está monitoreando estas lagunas para evitar que se desborden algún día", dijo Fabián Drenkhan.
A pesar de los esfuerzos, persiste un riesgo latente en las 20 cadenas montañosas glaciares distribuidas en 14 departamentos de Perú. El glaciólogo Jesús Gómez López advierte sobre la severidad de la situación en la Cordillera Blanca, donde se ha producido un retroceso del 46 %, lo que afecta a 31 distritos y 40 comunidades campesinas. El aumento en el nivel de agua de las lagunas como Parón con más de 55 millones de metros cúbicos, y Palcacocha con 16 millones de metros cúbicos, presentan riesgos inminentes para las ciudades de Caraz y Huaraz.
"La emisión de gases de efecto invernadero es parte del calentamiento global, y esto ocasionando que la temperatura media del planeta se incremente y eso tenga un impacto en los ecosistemas, desde el nivel del mar hasta el punto más alto en nuestras montañas", expresó Jesús Gómez, glaciólogo.
La situación actual de la laguna Palcacocha, que tiene un dique de seguridad construido en 1974 y un canal de salida, revela una infraestructura insuficiente. El volumen actual de la laguna, de aproximadamente 17 millones de metros cúbicos, es 34 veces mayor que en 1974. A su vez, la población de Huaraz se ha multiplicado, y 45.000 personas correrían peligro en un potencial aluvión.
"Tenemos que organizarnos y hacer algo, y ese algo es crear conciencia que la vida vale mucho y en cualquier rato viene como el 13 de diciembre de 1941 o 31 de mayo de 1970 que son dos cosas distintas, pero fueron desastres naturales", mostró Rosa Quispe, residente de Huaraz.
"Estos glaciares donde nosotros ahorita estamos transitando quizás pueden terminarse en 30 años, 50 años, porque si vemos el retroceso es abismal, cada año retrocede 10 metros y cada año se acelera ese proceso", dijo Rubén Yabar Licona, montañista.
La desglaciación en Perú es un fenómeno inminente con consecuencias devastadoras. A pesar de los esfuerzos que se están realizando, persiste un riesgo latente en las montañas de los Andes peruanos. La prevención y la conciencia serán esenciales para mitigar los efectos de la desglaciación y proteger las vidas y los ecosistemas de esta región única.