Privacidad y Cookies

Al continuar navegando en esta web acepta el uso de cookies, la política de privacidad revisada y los términos de uso. Puede cambiar la configuración de las cookies en su navegador.

Estoy de acuerdo
Conservacionistas españoles luchan por conservar la biodiversidad del Parque Nacional de Doñana
CGTN Español

02:25

Error loading player: No playable sources found

El problema de la escasez de agua plantea grandes retos tanto para la agricultura como para la biodiversidad en todo el planeta. Una de las zonas españolas donde el deterioro natural es más evidente es el Parque Nacional de Doñana, donde expertos conservacionistas libran una batalla para conservar sus humedales. 

En el año 2002 quedaban menos de cien ejemplares de lince ibérico en libertad. Ahora, gracias a los esfuerzos de conservación, más de 1.600 vagan libres por España y Portugal. Pero la de este lince es una historia de éxito poco frecuente y la biodiversidad del Parque Nacional de Doñana, uno de los más emblemáticos de la Península Ibérica, está en peligro, pues sus acuíferos y lagunas se están secando.

Leo Fernández Peña, conservacionista del Proyecto Lince, dijo: "Solo hay que ver las cifras del censo de aves por ejemplo, son espantosas. Muchas de estas especies que antes pasaban el invierno, anidaban y ponían huevos en Doñana están en una situación alarmante. La verdad es que si las cosas siguen así no veo futuro posible."

El parque nacional se asienta sobre una reserva de agua subterránea en una superficie casi dos veces mayor que Londres. Entonces, ¿por qué se está secando? La provincia de Huelva produce el 98 % de los frutos rojos de España y alrededor del 30 % de la cosecha de la Unión Europea, pero en Doñana más de 1.300 hectáreas productoras son ilegales, un espacio mayor que 1.800 campos de fútbol. Los conservacionistas dicen que el robo de agua está matando el parque, pero los agricultores argumentan que es su medio de vida.

Manuel Delgado, portavoz de la Asociación Agraria de Doñana, señaló: "Unas 80.000 personas tienen empleo gracias a este tipo de cultivos en la zona. Estamos hablando de muchos pueblos con muchas familias que dependen económicamente de esta actividad."

Cuando el Gobierno regional votó en 2022 a favor de conceder una amnistía a los agricultores ilegales, se desató una protesta internacional. En cuestión de días, más de 150.000 personas firmaron en Alemania una petición para boicotear las fresas cultivadas en Doñana, y el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, afirmó que "la negación del cambio climático está destruyendo nuestro medio ambiente". En noviembre de 2023 se cerró al fin un acuerdo de 1.500 millones de dólares entre los Gobiernos nacional y regional para incentivar la transición a una agricultura ecológica, pero aún no se ha puesto en marcha. Los humedales de Doñana y su preciada biodiversidad siguen en grave peligro de desaparición.