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Perspectivas de Wall Street Journal sobre la economía china en el primer trimestre de 2024
Actualizado 2024-04-10 09:00 GMT
CGTN Español

 Se ha publicado recientemente en el Wall Street Journal un artículo llamado ¨¿Está la economía china remontando al fin la cuesta? Los últimos datos contienen claros indicios de mejora, pero la Reserva Federal de EE. UU., podría aguar la fiesta¨ , escrito por Nathaniel Taplin. 

En el artículo se plantea la pregunta acerca de los últimos datos económicos de China, y la respuesta es que son mejores de lo previsto. Leamos.

Más vale tarde que nunca: tras un 2023 y principios de 2024 agitados, la primera lectura de la economía china en marzo mostró un repunte inicial en el segundo trimestre.

Los datos publicados a finales de la semana pasada mostraron que el índice de gerentes de compras de las fábricas chinas superó en marzo el umbral de expansión, superando los 50 puntos por primera vez desde septiembre de 2023. Asimismo, el índice de servicios alcanzó su nivel más alto desde junio, y otro índice de fábricas de Caixin y S&P Global alcanzó un máximo de 13 meses.

La buena noticia es que la mejora es tangible: las exportaciones y el sector mundial de la electrónica parecen recuperarse, y la relajación de los mercados crediticios chinos ayuda a la inversión. La mala noticia es que el Gobierno chino sigue mostrándose cauteloso ante la posibilidad de que el RMB caiga demasiado, y los tipos estadounidenses están repuntando de nuevo.

Esto podría dificultar la aplicación de nuevos estímulos monetarios significativos, a la vez que el mercado laboral y el sector inmobiliario de China siguen pareciendo débiles. Un crecimiento en torno al 5 % para 2024, el objetivo oficial, sigue aún lejano.

Aun así, no se puede negar que la reciente relajación monetaria de China - especialmente el gran recorte de los coeficientes de reservas obligatorias de los bancos a principios de febrero- está dando sus frutos. Tras un largo periodo en el que los costes de los préstamos parecían demasiado elevados para la salud de la economía en su conjunto, los mercados crediticios han experimentado una mejora notable en las últimas semanas, sobre todo para los prestatarios de menor calificación. Los rendimientos de la deuda corporativa a tres meses con calificación AA- han caído 0,6 puntos porcentuales desde mediados de febrero, según cifras del proveedor de datos CEIC. Los rendimientos de la deuda pública china también han bajado significativamente, aunque mucho menos.

Tras un 2023 y principios de 2024 agitados, la primera lectura de la economía china en marzo mostró un repunte inicial en el segundo trimestre.

Al mismo tiempo, las exportaciones han empezado a mejorar. El subíndice oficial del PMI de pedidos de exportación de China se disparó en marzo hasta 51,3, su nivel más alto en 13 meses, una subida de la que se hizo eco la encuesta privada Caixin. Los factores estacionales, como el final del Año Nuevo Lunar, pueden ser una de las razones. Pero el sector mundial de la electrónica también se ha recuperado últimamente, y los consumidores estadounidenses se muestran más optimistas, al menos según algunas mediciones: el índice de confianza del consumidor de la Universidad de Michigan alcanzó en marzo su nivel más alto desde mediados de 2021.

No es de extrañar, por tanto, que la inversión manufacturera de China empiece a recuperarse de forma más convincente: la inversión global de las fábricas aumentó casi un 10 % interanual en enero y febrero, y la inversión en la fabricación de ordenadores y equipos de comunicación creció casi un 15 %. Para el conjunto de 2023, estas cifras fueron del 6,5 % y el 9,3 % respectivamente.

Sin embargo, también hay algunas razones para dudar de que el impulso se sostenga en el tiempo. Los tipos interbancarios a corto plazo han vuelto a subir notablemente desde finales de marzo, un periodo en el que también se produjo una nueva subida de los rendimientos del Tesoro estadounidense y de los datos de inflación, así como una liquidación del yuan. Si el banco central chino vuelve a restringir la liquidez en los márgenes para defender el yuan, la inversión del sector fabril podría perder fuelle. Igualmente importante es que la mejora de los índices PMI oficiales del mes pasado no se reflejó en los subíndices de empleo, y los datos del sector inmobiliario de enero y febrero siguen siendo débiles.

Con los mercados de trabajo e inmobiliario aún de capa caída, la economía china necesita toda la ayuda posible de un banco central favorable y de las exportaciones. Si la Reserva Federal retrasa los recortes de tipos, al menos uno de esos apoyos podría no mantenerse.