El estado más septentrional de Brasil, Roraima, sufre una sequía severa exacerbada por el calentamiento atmosférico y los efectos de El Niño, que han provocado que las lluvias estén por debajo de lo esperado. Entre los problemas causados por la sequía se encuentra el bajo nivel del principal río que abastece a la población y del que se nutre la agricultura, así como la propagación de incendios.
04:23
Catorce de los quince municipios de Roraima se encuentran en estado de emergencia debido a la sequía. Las informaciones oficiales de la Defensa Civil revelan que más de 56 mil personas se han visto afectadas, incluyendo más de 8.700 familias en agrovillas y comunidades indígenas, que se enfrentan escasez de alimentos tras la pérdida de cultivos, sumado esto a la escasez de agua.
"Existen municipios donde la presa se secó, donde solía ser el punto de captación de agua para el tratamiento, y estamos reemplazándolo con camiones cisterna, lo que, por supuesto, conlleva racionamiento de agua", dijo Paulo Anderson, ingeniero de la Compañía de Agua y Alcantarillado de Roraima (CAER, por sus siglas en portugués).
Hasta el momento, a través del Gobierno federal, se han destinado aproximadamente 6 millones de reales para la adquisición de canastas básicas y otros 350 mil reales para el alquiler de camiones cisterna.
"Todo está seco. Allá no tenemos pozo ni nada. Los arroyos también están todos secos y allá solo hay agua cuando llueve. Esa es la situación de Tatajuba, donde vivimos", manifestó Francisco Chico, un productor rural.
Durante todo el mes de marzo de 2024, el nivel del río en la capital Boa Vista estuvo por debajo de cero, alcanzando el segundo peor índice de la historia el 24 de marzo, con 39 centímetros negativos, según datos de la Compañía de Agua y Alcantarillado de Roraima.
"Uno de los factores es el hecho de que la atmósfera realmente está mucho más caliente. Esto está relacionado con el calentamiento global y la parte central y norte de Brasil lo siente bastante. El segundo factor es realmente El Niño. El Niño, de hecho, generó un patrón de circulación donde el viento termina descendiendo aquí en la región norte sobre Roraima y, por lo tanto, impide el crecimiento de nubes y se mantiene seco", explicó Tercio Ambrizzi, director del Instituto de Energía y Ambiente de la USP.
Según el Centro de Previsión del Tiempo y Estudios Climáticos, en enero, febrero y marzo solo llovió el 25 % de lo esperado. Las lluvias puntuales en abril no aliviaron la situación. Se espera que la intensidad del fenómeno cambie de moderada a débil en los próximos meses con la formación de La Niña en el segundo semestre.
"Sólo en los próximos tres, cuatro, cinco meses comenzaremos a tener lluvias más frecuentes, y con eso, el suelo se humedece, los ríos comienzan a crecer un poco y se mitigan algunos de estos problemas que hemos tenido a lo largo de este último año", señaló Tercio Ambrizzi.
Desde octubre del año 2023, la sequía ha afectado la agricultura y la ganadería. En febrero, 7.800 kilómetros cuadrados, o el 24 % de la superficie agropecuaria se vio afectada. En octubre de 2023, el Centro Nacional de Monitoreo y Alerta de Desastres Naturales registró un máximo de 20 mil kilómetros cuadrados, el 62 %. La falta de lluvias reduce el agua, afectando el pasto y la alimentación del ganado, así como los ingresos y la tranquilidad de los productores.
"Lo primero que perdemos es la paz porque empiezas a ver a tus animales adelgazar, perder peso, y con enfermedades debido a la sequía. Las vacas que son matriz comienzan a parir, pero no tienen suficiente leche para alimentar a sus crías", lamentó Silvano Carvalho, un productor de ganado.
La sequía aumenta los incendios forestales en la Amazonía, afectando a animales, bosques y personas. Boa Vista ha sido cubierta varias veces por el humo. De los 27 estados brasileños, Roraima obtuvo un título desagradable: el de mayor número de incendios forestales en 2024. Se registraron más de 4.540. Y para recuperarse de lo que ya ha sido quemado, las perspectivas no son alentadoras.
"Se necesitarán al menos 10 años para recuperar esta vida", comentó el agrónomo Airton Soligo.