El presidente ruso, Vladímir Putin, visitó la Exposición China-Rusia el viernes como conclusión de su visita de Estado a China. Sin embargo, el evento que se celebra en la ciudad de Harbin continúa hasta el próximo martes.

La alfombra roja está desplegada... allanando el camino para el fortalecimiento de los intercambios comerciales y el aprendizaje mutuo. La exposición de Harbin se celebra para promover el diálogo directo entre China y Rusia, y muchos rusos pudieron demostrar sus habilidades con el idioma chino.

"Esta es una vestimenta tradicional rusa. En Rusia, el color rojo representa la felicidad. Creo que la relación entre nuestros dos países es cada vez mejor, y estamos ayudándonos mutuamente", dijo Ma Tengyue, estudiante rusa de la Universidad de Lengua y Cultura de Beijing.

El área de exposición es de casi 400.000 metros cuadrados, suficiente espacio para perderse explorándola por días. Una de las principales atracciones es la gastronomía rusa.

"Hace 5 años comencé un proyecto de producción de pepinos de mar y vieiras. Mi granja se ubica a apenas 60 km de la frontera con China. Los visitantes chinos son mis principales clientes. En nuestra granja también invitamos a los visitantes y les mostramos nuestra forma de producción, y pueden degustar los productos", afirmó Vasiliy Grebennikov, fundador y director general de Grebenfarm.

Casi 200 empresas chinas y 170 compañías rusas están formando parte de la exposición. La mayoría de ellas tienen metas claras y mercados a los que quieren apuntar.

"Estos dos vehículos de combustible fueron diseñados para los países, regiones y mercados de la Franja y la Ruta. En el norte, especialmente en altas latitudes y áreas frías, la tasa de reemplazo de los vehículos de combustible es muy limitada. Esto está en línea con las demandas objetivas de los consumidores locales. Estamos confiados en que abriremos el mercado más al norte", espresó Sun Yi, vicepresidente del Senseteed Hi-Tech Group.