Este 2024 se cumplen 70 años de la formulación de los Cinco Principios de Coexistencia Pacífica, una piedra angular en la política exterior de China y una contribución imperecedera al orden internacional. Propuestos por el primer ministro Zhou Enlai en 1954, estos principios, que consisten en “el respeto mutuo por la soberanía y la integridad territorial, la no agresión mutua, la no injerencia en los asuntos internos de otros países, igualdad y beneficio mutuo, y la coexistencia pacífica”, han guiado las relaciones internacionales del gigante asiático en base a un compromiso inquebrantable con la paz, la cooperación y el respeto mutuo.
En la situación actual, conflictos y guerras locales siguen asolando diversas regiones. La injusticia y la desigualdad siguen siendo problemas acuciantes en las relaciones internacionales. Algunas potencias han exacerbado la confrontación e intentan dividir a la comunidad internacional en bloques de aliados y enemigos.

En contraste, China, con su apuesta decidida por la paz a lo largo de estas décadas, se ha adherido firmemente a los Cinco Principios de Coexistencia Pacífica en sus relaciones bilaterales y multilaterales, reflejando su compromiso y responsabilidad como un gran país en la escena internacional.
La Nueva China nunca ha provocado una guerra ni ha ocupado un centímetro de territorio extranjero, es la única nación del mundo que incluye en su Constitución el compromiso de seguir una vía de desarrollo pacífico y el único Estado entre los países poseedores de armas nucleares que está comprometido a no ser el primero en utilizarlas. Al fomentar estos valores, el país asiático ha trabajado incansablemente para promover un orden mundial basado en reglas que beneficien a todos, tanto a grandes como a pequeños. Este compromiso se alinea con la visión del presidente Xi Jinping de construir una comunidad de futuro compartido para la humanidad, reflejada en las múltiples iniciativas propuestas en los último años.
Mientras celebramos este aniversario, es crucial reflexionar sobre cómo los Cinco Principios de Coexistencia Pacífica son ahora tanto o más necesarios que cuando se formularon. Las disputas pueden surgir en las relaciones internacionales, pero no necesariamente desembocarán en conflictos directos si se aplican los Cinco Principios. Además, en un mundo cada vez más interconectado e interdependiente, los desafíos globales como el cambio climático, las desigualdades económicas y la seguridad cibernética deben abordarse desde una perspectiva global, basada en la igualdad y con la participación de todos los actores globales.
En un momento en que el mundo necesita más cooperación y entendimiento, los Cinco Principios de Coexistencia Pacífica permanecen como un faro de esperanza y una guía indispensable para que la paz y la prosperidad alumbren un futuro brillante para las generaciones futuras.