Situado en la ciudad china de Jincheng, el Templo del Emperador de Jade cuenta con cerca de mil años de historia y fue reconocido como patrimonio cultural nacional en 1988. Alberga un total de 114 salas y pabellones, todos dispuestos en una perfecta armonía visual. Las distintas estructuras arquitectónicas se erigieron y ampliaron a lo largo de las dinastías Song, Jin, Yuan, Ming y Qing, durante las cuales también se fueron acumulando los cientos de reliquias culturales que conforman su tesoro actual. Entre ellas, destacan 284 estatuas y 120 metros cuadrados de murales. El Templo del Emperador de Jade es considerado una obra maestra entre los templos taoístas de todo el país y posee una profunda relevancia histórica y cultural.