Las autoridades en Irán informan que al menos 35 personas murieron en la provincia central de Yazd tras el choque de un autobús que llevaba peregrinos chiítas de Pakistán rumbo a Irak.

El accidente ocurrió el 20 de agosto por la noche en las afueras de la ciudad de Taft, a unos 500 kilómetros al sureste de Teherán. A bordo iban 51 pasajeros, todos de Pakistán, y la mayoría de los sobrevivientes sufrieron heridas. Los peregrinos se dirigían a Irak para conmemorar el Arbaín, una fecha de gran relevancia en el islam chiíta. Irán registra alrededor de 17.000 muertes al año en sus carreteras.