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Camareros robóticos y servicios de reparto por medio de drones reconfiguran la Shanxi rural
CGTN Español

02:34

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¿Alguna vez les ha entregado la comida un dron o han disfrutado de una taza de café hecha por un robot camarero? El distrito de Zuoquan, en la provincia de Shanxi, cuenta ya con estos futurísticos servicios, gracias a su apuesta por la alta tecnología. A todo esto hay que mencionar que la localidad ha establecido varios puntos artísticos para promover el turismo.

Este es el distrito de Zuoquan, en la provincia de Shanxi. Al dar un paseo por el pueblo de Ze Cheng, en este peculiar distrito, es realmente fácil maravillarse ante las capacidades artísticas de los lugareños. Multitud de obras de arte tienen presencia en las calles o se exhiben en varias salas de exposiciones del pueblo, llenando cada rincón de una atmósfera que emana creatividad.

Zuoquan experimentó un importante cambio de imagen en 2021, cuando el gobierno local decidió transformar ciertas zonas infundiéndoles elementos artísticos, tras crear tres bases de dibujo al aire libre en otros tantos pueblos, incluido Ze Cheng. Las tres bases incluyen 85 puntos de esbozo seleccionados por el gobierno local. Han atraído a estudiantes y artistas de todo el país para dibujar este singular paisaje natural. Unas 165.000 personas visitaron el distrito en 2023 para hacer turismo y empaparse de las costumbres y el encanto cultural local.

Zuoquan ha empezado a introducir innovaciones tecnológicas para aumentar su atractivo y su belleza artística. Por ejemplo, ahora las tazas de café se despachan mediante drones controlados por aldeanos locales. Un dron puede transportar 10 kilos de mercancía y realizar entregas a clientes situados a una distancia de hasta 10 kilómetros. Sin embargo, las entregas con drones que se están probando ahora son sólo uno de los servicios que ofrece esta incorporación de alta tecnología a la logística de la ciudad. También pueden ayudar a transportar suministros médicos y productos de emergencia. Mientras tanto, el café lo prepara un robot camarero. Desde moler los granos hasta colarlos y filtrarlos, todo se hace automáticamente. Esto no sólo es un argumento de venta, sino que también reduce costes.

En otros lugares, un coche no tripulado hace las veces de máquina expendedora y permite comprar bebidas y aperitivos escaneando un código QR en el móvil. En cuanto al transporte público, los pasajeros sólo tienen que introducir su destino y un autobús autónomo los lleva a varios lugares en un radio de 30 kilómetros.

En el futuro se instalarán más cafeterías, estaciones de arte y tiendas culturales, lo que aumentará el atractivo de este distrito que gracias a contar con una gran visión de futuro está logrando un equilibrio entre el encanto rural y la comodidad de la alta tecnología.