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¿Qué planea Estados Unidos al prohibir el uso de software y hardware chinos en vehículos autónomos y conectados?
Artículo de opinión

El 23 de septiembre, después de que el Departamento de Comercio de Estados Unidos propusiera prohibir el uso de software y hardware chinos en vehículos autónomos y conectados en las carreteras estadounidenses, la opinión pública internacional expresó, de manera general, dudas y críticas.

Cui Dongshu, secretario general de la Asociación de Automóviles de Pasajeros de China, afirmó que, a nivel mundial, China ha logrado la producción a gran escala de hardware y software en el campo de los vehículos conectados inteligentes, cumpliendo con los estándares internacionales. Además, señaló que la cadena de suministros de China es la más segura y eficiente. En la actualidad, las exportaciones de hardware automotriz de China a Estados Unidos son principalmente piezas básicas como ruedas y llantas, y el software implica principalmente sistemas de conducción autónomos, aunque las exportaciones de software a Estados Unidos son muy limitadas. Para Cui, la nueva prohibición de Estados Unidos es un grave error y, en realidad, está promoviendo un mayor "desacoplamiento y ruptura de la cadena", lo que generará más incertidumbre para la industria automotriz mundial.

El año pasado, Estados Unidos tomó medidas frecuentes contra la industria automotriz china. Según Reuters y otros medios, Estados Unidos está haciendo esto para evitar que los automóviles chinos, que son altamente competitivos, ingresen al mercado estadounidense, ganando así tiempo para que la industria automotriz local establezca una cadena de suministro para automóviles conectados. 

Si lo analizamos más a fondo, detrás de esto también hay una intención política. Li Haidong, profesor de la Universidad de Asuntos Exteriores de China, analizó que meter las actividades económicas normales en la canasta de "seguridad nacional" es una práctica constante de los políticos estadounidenses en los últimos años para difamar y reprimir a China. Esta es también su forma de crear un consenso anti-China entre el pueblo, advirtió. El objetivo es allanar el camino a la opinión pública para la próxima política más extrema hacia China.

Los hechos han demostrado repetidamente que utilizar órdenes administrativas para cortar la cadena industrial no funciona, especialmente en el campo de los vehículos inteligentes conectados, donde la cadena industrial global está profundamente integrada. Por esta razón, los principales fabricantes de automóviles del mundo, como General Motors, Toyota, Volkswagen y Hyundai, han declarado que sus sistemas "no pueden reemplazarse fácilmente con sistemas o hardware de diferentes proveedores". Es casi imposible excluir por completo la influencia de la tecnología y los componentes chinos. 

"No es que China haya cometido violaciones comerciales, sino que Estados Unidos ha cometido errores estratégicos". Esta es la opinión de Joseph Stiglitz, reputado economista y expresidente del Consejo de Asesores Económicos del Gobierno estadounidense, sobre el conflicto económico chino-estadounidense. Según el plan, el Gobierno estadounidense tiene 30 días para recibir comentarios públicos sobre la nueva prohibición a los automóviles chinos. Debe escuchar las demandas y las voces racionales de las industrias nacionales y detener inmediatamente las acciones que perjudican a otros y a ellos mismos. China salvaguardará resueltamente sus derechos e intereses legítimos. La industria automotriz de China gana mercado con la innovación tecnológica, la seguridad y la confiabilidad. Estados Unidos no debe especular sobre China basándose en el camino que él mismo ha recorrido.