Los precios al consumidor de China se estabilizaron en septiembre en medio de una recuperación sostenida de la demanda interna, según datos oficiales publicados el 13 de octubre.

El índice de precios al consumidor (IPC), un indicador principal de la inflación, subió un 0,4 % interanual en septiembre, por debajo de la subida del 0,6 % de agosto, informó el Buró Nacional de Estadísticas (BNE).

El crecimiento del 0,4 % en septiembre fue menor que el incremento del mes anterior, principalmente debido a la base más alta registrada en el mismo período del año pasado, explicó la estadística del BNE, Dong Lijuan.

En términos intermensuales, el IPC se mantuvo en septiembre sin cambios respecto al mes anterior.

En resumen, los precios de los alimentos subieron un 3,3 % interanual en septiembre, lo que supone un aumento de 0,5 puntos porcentuales en comparación con el registro del mes anterior. Los precios de los productos no alimenticios bajaron un 0,2 %, revirtiendo un repunte del 0,2 % en agosto.

Entre los productos no alimenticios, se profundizó el descenso de los precios de la energía, y los precios del sector turístico pasaron de aumentar a disminuir, con un descenso cada vez mayor de las tarifas aéreas y el alojamiento hotelero.

Los datos del BNE indican que el índice de precios al productor (IPP), que mide los costos de los bienes a puerta de fábrica, bajó un 2,8 % interanual en septiembre.

En términos intermensuales, el IPP bajó un 0,6 %, lo que representa una reducción en relación con el descenso del 0,7 % del mes anterior, precisó la misma fuente.

Dong atribuyó el desempeño mensual del IPP a las fluctuaciones en los precios internacionales de las materias primas y a la insuficiente demanda efectiva en el mercado interno.

Entre enero y septiembre, el IPP promedio disminuyó un 2 % con respecto al mismo período del año anterior.

China dio a conocer un plan de acción en marzo de este año para implementar un programa de actualizaciones de equipos a gran escala e recambios de bienes de consumo para expandir la demanda interna, e intensificó el apoyo político en julio con una inyección de fondos adicionales de 300.000 millones de yuanes (unos 42.400 millones de dólares) a través de bonos especiales del Tesoro a ultralargo plazo.

Bajo este programa, se alienta a las fábricas a reemplazar las maquinarias viejas por otras nuevas avanzadas, y los consumidores individuales pueden disfrutar de subsidios en la adquisicion de automóviles y electrodomésticos, entre otros.

China aplicará un conjunto de herramientas de política fiscal, incluidos bonos de propósito especial de los gobiernos locales, fondos especiales y políticas tributarias para ayudar a estabilizar el mercado inmobiliario, detalló el ministro de Hacienda, Lan Fo'an, en una conferencia de prensa celebrada el 12 de octubre.