En la noche del 17 de octubre, el primer ministro de Cuba, Manuel Marrero, compareció en la televisión nacional para explicar las causas de las actuales interrupciones del servicio eléctrico a lo largo del país. Junto con dos directivos del Ministerio de Energía y Minas, abordó la crítica situación energética que enfrenta la isla caribeña, que incluye el déficit de capacidad de generación por equipos en parte obsoletos, la gran falta de combustible y las averías en las unidades de producción. 

Ante esta situación, Marrero anunció que el Gobierno ha formulado un plan para priorizar el uso diario de la electricidad por parte de los ciudadanos. También mencionaron las medidas a corto plazo para mitigar el impacto de esta crisis,  optimizar el uso de la energía disponible y reducir el consumo en sectores clave, así como los proyectos a largo plazo. 

El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, también publicó en las redes sociales un texto en referencia a esta coyuntura el mismo día, señalando que la compleja situación que vive su nación se debe principalmente a la intensificación de la guerra económica, y las sanciones financieras y energéticas impuestas por los Estados Unidos, lo que dificulta la importación de combustible y otros recursos necesarios.