Antonio Fernández Arce, un peruano que vivió en China durante casi medio siglo, formó un vínculo inseparable con este país desde su llegada a principios de la década de 1960. Su conexión con China se fortaleció no solo a través de experiencias personales, como cuando su hija menor fue salvada en un hospital chino durante una enfermedad, sino también por su compromiso profesional. Su hija mayor comparte su misma dedicación a contar las historias de China en el extranjero y a fortalecer la amistad entre China y Perú.

Las oportunidades históricas lo llevaron a convertirse en un mensajero clave para el establecimiento de relaciones diplomáticas entre China y Perú. A lo largo de su vida, escribió numerosos artículos e informes que difundieron ampliamente los logros de China en América Latina y construyó un puente de entendimiento mutuo entre ambas naciones.

Antonio compartió casi la mitad de su vida con su amada esposa china, Xiaoling, quien, diez años después de su fallecimiento, regresó a Perú para visitarlo y desearle paz en su descanso eterno. Con este emotivo reencuentro, comienza el documental Antonio Fernández Arce y su destino con China.