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Las experiencias presentadas por Xi Jinping en su reunión con Biden sientan las bases de los vínculos China-EE. UU.
Artículo de opinión

Después de un año, el mundo volvió a dirigir su mirada hacia el encuentro entre los jefes de Estado de China y Estados Unidos.

El presidente chino, Xi Jinping, se reunió el 16 de noviembre en Lima, capital de Perú, con su homólogo estadounidense, Joe Biden. Durante aproximadamente una hora y 45 minutos, los dos líderes mantuvieron una conversación franca, profunda y constructiva sobre las relaciones bilaterales y cuestiones internacionales y regionales. Xi Jinping resumió las experiencias e inspiraciones sacadas del desarrollo de las relaciones chino-estadounidenses durante los últimos cuatro años y resaltó la disposición de China a mantener el diálogo, ampliar la cooperación, controlar las diferencias y dar continuidad a la tendencia a la estabilización de las relaciones bilaterales conseguida con tanto esfuerzo. Al mismo tiempo, los dos dirigentes no eludieron las diferencias existentes entre ambas partes. El presidente Xi expuso de manera profunda las posiciones de principio de China sobre cuestiones importantes, mientras que Biden reiteró el compromiso político de su país de no buscar una "nueva Guerra Fría" contra China ni apoyar la "independencia de la región china de Taiwan".

En los últimos cuatro años, las relaciones entre China y Estados Unidos, a pesar de haber pasado por altibajos, en general han alcanzado la estabilidad. Las dos partes han restablecido o creado más de 20 mecanismos de comunicación y logrado resultados positivos en áreas como la diplomacia, la seguridad, la economía, el comercio, las fuerzas armadas, la lucha antidrogas y los intercambios entre pueblos.

En el nuevo encuentro, Xi Jinping destacó que vale la pena revisar las experiencias de los últimos cuatro años e inspirarse, como "tener una percepción estratégica correcta", "actuar con palabras y acciones consistentes", "tratarse mutuamente como iguales", "no desafiar las líneas rojas y los principios fundamentales", "llevar a cabo más diálogo y cooperación", "responder a las expectativas de la gente" y "asumir responsabilidades como grandes potencias".

¿Son China y Estados Unidos "rivales" o "socios"? La respuesta está relacionada con la base de la relación entre los dos países. Desde el establecimiento de relaciones diplomáticas hace 45 años, por mucho que cambie la situación internacional, la política de China hacia Estados Unidos siempre ha sido coherente. Los dos países deben ser socios en lugar de rivales, apoyarse mutuamente para alcanzar sus respectivos éxitos sin perjudicarse, y buscar puntos en común, reservando sus diferencias en lugar de enzarzarse en una competencia despiadada .

Xi Jinping subrayó que el objetivo de China de esforzarse por un desarrollo estable, sano y sostenible de las relaciones chino-estadounidenses se mantiene sin cambios; su compromiso con el respeto mutuo, la coexistencia pacífica y la cooperación de ganancias compartidas como principios para manejar las relaciones entre ambos países se mantiene sin cambios; su posición de salvaguardar firmemente la soberanía, la seguridad y los intereses de desarrollo de China se mantiene sin cambios, y su deseo de llevar adelante la amistad tradicional entre los pueblos chino y estadounidense se mantiene sin cambios. Estas declaraciones reflejan el sentido de responsabilidad y misión de China de salvaguardar los intereses fundamentales de ambos pueblos y defender la paz y el desarrollo mundiales.

Por el contrario, ciertos estadounidenses se aferran a la mentalidad de la Guerra Fría y tratan erróneamente a China como el "mayor competidor estratégico", abogando por el desacoplamiento y la ruptura de las cadenas de suministro, y construir un "Patio pequeño con vallas altas", lo que ha provocado que los vínculos bilaterales hayan caído al nivel más bajo desde el establecimiento de relaciones diplomáticas. Los hechos han demostrado una y otra vez que la cooperación beneficia tanto a China como a Estados Unidos, mientras que la discordia perjudica a ambos.

Siendo unas relaciones bilaterales más importantes del mundo, el desarrollo de las relaciones entre China y Estados Unidos afecta directamente el futuro de la humanidad. Durante su encuentro en Perú, los dos jefes de Estado confirmaron la necesidad de afrontar los riesgos de la inteligencia artificial y pidieron una actitud prudente y responsable hacia el desarrollo de esta tecnología en el ámbito militar. Todo ello evidencia que China y Estados Unidos tienen responsabilidades especiales en la salvaguarda de la paz mundial y en la promoción del desarrollo común y deben inyectar más certidumbre y energía positiva al turbulento panorama global actual.