Estos días, la 19ª Cumbre de Líderes del G20, que se celebra en Río de Janeiro (Brasil), ha atraído la atención del mundo entero. La comunidad internacional se pregunta: ¿Qué tipo de mundo debe construir la humanidad a partir de esta cumbre de Río? ¿Cómo construir este mundo? ¿Cómo promover la reforma de la gobernanza mundial? ¿Y qué papel debe desempeñar el G20? El importante discurso pronunciado por el presidente chino Xi Jinping en la cumbre del día 18 de noviembre, hora local, ha proporcionado respuestas claras a estas preguntas.

"Construir un mundo justo para el desarrollo común", "Construir de la mano un sistema de gobernanza global justo y razonable". En la cumbre, el presidente Xi presentó importantes propuestas para promover el desarrollo común de todos los países y anunció las ocho acciones de China en apoyo del desarrollo global. Al mismo tiempo, el presidente Xi elaboró exhaustivamente los conceptos chinos de gobernanza global en las áreas de economía, finanzas, comercio, digital y ecología, lo que provocó una amplia resonancia entre todas las partes asistentes a la reunión. Los observadores creen que las ideas y acciones de China han inyectado sabiduría e ímpetu al desarrollo común del mundo, han proporcionado una hoja de ruta para perfeccionar la gobernanza global, han reflejado una profunda comprensión de la situación económica mundial y de la tendencia de desarrollo de la humanidad, y han demostrado el papel y el comportamiento de un gran país.
Vivir una vida mejor y alcanzar la modernidad son el objetivo común de todos los pueblos. En este sentido, la historia de China de sacar de la pobreza a los 800 millones de pobres se ha arraigado profundamente en la mente de la gente. Esto no sólo ha promovido enormemente la causa de la reducción de la pobreza global, sino que también ha impulsado fuertemente la confianza del Sur Global en el desarrollo, haciendo que la gente crea firmemente que, si China puede tener éxito, otros países en desarrollo también pueden tenerlo.

La 19ª Cumbre del G20 se celebró en la ciudad brasileña de Río de Janeiro.
Para construir un mundo justo de desarrollo común, China se ha comprometido a promover que el desarrollo ocupe un lugar central en la agenda económica y comercial internacional. En esta Cumbre del G20, el presidente Xi ha presentado otra propuesta de cuatro puntos que abarca el comercio y la inversión, la civilización ecológica, el entorno para la cooperación económica internacional y la adhesión al multilateralismo. Esto refleja la posición coherente de China de que la prosperidad y la estabilidad mundiales no pueden construirse sobre la base de que los pobres sean cada vez más pobres y los ricos cada vez más ricos, y que todos los países deben promover un desarrollo global más inclusivo, integral y resistente.
Al mismo tiempo, China anunció ocho acciones en apoyo del desarrollo global, entre ellas unir esfuerzos para construir la Franja y la Ruta de alta calidad; profundizar la cooperación práctica en la reducción de la pobreza, la seguridad alimentaria, la economía digital y otras áreas; apoyar el desarrollo de África; y ampliar la apertura unilateral a los países menos desarrollados, todas ellas muy concretas y prácticas. China también ha decidido unirse a la Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza propuesta por Brasil durante la Cumbre.
Todo esto demuestra plenamente que China es un activista y un hacedor en apoyo del desarrollo del Sur Global; lo que China está haciendo es trabajar junto con otros países para que la pobreza sea cosa del pasado y hacer realidad una visión mejor. Estas “propuestas chinas” no han escatimado esfuerzos a la hora de luchar por el poder de hablar en nombre del Sur Global y de promover una gobernanza mundial en una dirección más justa y racional.
Ningún país debe quedarse atrás en el camino hacia la modernización. Empezando desde Río, el G20 debe seguir siendo una fuerza para mejorar la gobernanza mundial y promover el progreso histórico. Como miembro importante del G20, China seguirá promoviendo un mundo multipolar equitativo y ordenado, y una globalización económica inclusiva, dejando su impronta y aportando su fuerza al proceso de consecución de un desarrollo común y de mejora de la gobernanza global.