Ucrania y Rusia afirman haber interceptado decenas de drones tras una semana marcada por el aumento de las tensiones. 

Ucrania asegura que sus defensas aéreas destruyeron más de 50 drones rusos durante la noche del 23 de noviembre, de los cuales 10 tenían como objetivo Kiev. 

Por su parte, Moscú asegura haber derribado más de 30 proyectiles ucranianos, en su mayoría en la conflictiva región de Kursk. Estos ataques se producen después de que algunos aliados occidentales de Kiev autorizaran a Ucrania a lanzar misiles de crucero contra territorio ruso. 

Durante los últimos siete días, Kiev ha utilizado misiles ATACMS de fabricación estadounidense y Storm Shadow suministrados por Reino Unido. Moscú considera que el uso de armas occidentales para atacar su territorio, lejos de la frontera ucraniana, representa un cambio significativo en el conflicto. 

El jueves, el presidente ruso, Vladímir Putin, anunció la orden del lanzamiento de un nuevo misil balístico hipersónico de alcance medio contra Ucrania en respuesta.