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Ya no son un corcel poderoso: lamento por los Premios Caballo de Oro 2024
CGTN

Nota del editor: El autor del artículo es Leng Chan. El artículo refleja las opiniones del autor y no necesariamente las de CGTN.

Hace unos años, me invitaron a escribir un breve artículo sobre los Premios Caballo de Oro de Taiwan. Le puse un título descarado: "Los Caballo de Oro son un corcel poderoso". El editor pensó que sonaba demasiado coloquial e indigno del prestigio de los premios, así que lo eliminó. En aquel momento, el respeto, las grandes esperanzas e incluso la reverencia que la gente sentía por los Premios Caballo de Oro eran palpables y estaban grabados en la mente de todos. ¿Quién podía predecir que, años más tarde, nos encontraríamos aquí? Me obligué a echar un vistazo a los premios Caballo de Oro de este año y solo pude lamentar cómo su brillo se ha desvanecido, dejando tras de sí un tono dorado empañado y un caballo debilitado. Esta transformación me produce un profundo pesar.

¿Por qué fueron tan gloriosos los Caballo de Oro? Pregunte a diez personas y obtendrá diez respuestas. Esto, en sí mismo, habla de cómo estos galardones florecieron gracias a una convergencia de fuerzas complejas. Sin embargo, en su núcleo destacan dos factores clave. En primer lugar, el intercambio fluido entre regiones: Taiwan, Hong Kong, Macao y la parte continental de China. En segundo lugar, durante sus años dorados, los responsables de los Premios Caballo de Oro tenían una auténtica comprensión del arte y la cultura.

En términos más sencillos, los Caballo de Oro prosperaron en su día porque rompieron barreras y fomentaron la unidad y el intercambio, dando lugar a un amplio abanico de innovaciones artísticas y avances culturales. Sin estos dos ingredientes, su éxito nunca habría sido posible. Pero cuando se alejan de estos principios, cuanto más intenta luchar por su relevancia, más completo es su fracaso.

El arco de la historia sigue una trayectoria en espiral, avanzando en oleadas. Como cinéfilo veterano, he tenido el privilegio de presenciar el auge de los Premios Caballo de Oro, y me alegré de sus días de gloria. Ahora, al ver su declive, siento cierto pesar, pero no devastación. Después de todo, debemos aceptar que incluso el caballo más firme puede tropezar. Y el tiempo dirá que los verdaderos logros de estos galardones residen en sus cimientos: la exploración artística del cine en chino, la reinterpretación moderna de la cultura tradicional china y el contexto único de la modernización china. El problema actual, sin embargo, se capta mejor con el dicho: "Nunca puedes despertar a alguien que finge estar dormido".

A propósito de caballos, he aquí una oportuna anécdota. Ma, como apellido en chino, significa literalmente caballo. Poco después de la clausura de los Premios Caballo de Oro, la Fundación Ma Ying-jeou recibió en la región china de Taiwan a una delegación de estudiantes y profesores de la parte continental de China. Entre ellos estaba Ma Long, campeón mundial de tenis de mesa, cuya visita desató una oleada de entusiasmo. Ma Ying-jeou comprende claramente algo que los organizadores de los Premios Caballo de Oro no: los iconos culturales como Ma Long, que inspiran y cautivan, son los verdaderos corceles capaces de impulsar el futuro. Reconociendo esto, Ma Ying-jeou incluso aprovechó la oportunidad para charlar con Ma Long en la mesa, con seriedad y buen humor.

Como dice el refrán: "Un caballo viejo conoce el camino". Pero encontrar el camino correcto después de haber errado requiere algo más que mera actuación: exige verdadera sabiduría y valor. Sin eso, por muy inteligente o ingenioso que uno sea, corre el riesgo de ser poco más que un mercader de caballos, en lugar de alguien capaz de asumir la pesada responsabilidad de la reactivación cultural.