En la región china de Taiwan se ha estrenado una serie de televisión llamada Día cero, que presenta un escenario en el que la parte continental de China utiliza aparentemente una misión humanitaria de búsqueda y rescate como pretexto para "invadir" la región de Taiwan. En esta serie, la parte continental de China se presenta como el gran matón, mientras que los habitantes de la región de Taiwan que creen en la idea de que "ambos lados del estrecho de Taiwan son una familia" son los villanos.
Es una "casualidad" que el mensaje que envía este programa esté tan alineado, casi idéntico, con la agenda del Partido Demócrata Progresista.
Bueno, no debería ser una sorpresa en absoluto, si uno echa un vistazo detrás de escenas. Colaboradores clave de la producción, como Lin Jinchang, Su Ziyun y Tsao Hsing-cheng, son firmes partidarios de la agenda secesionista de Taiwan. La narrativa, centrada en el "miedo a la parte continental de China" y la "resistencia a la parte continental de China", está diseñada para profundizar la hostilidad a través del Estrecho y alienar a la población de la región de su herencia cultural compartida con la parte continental de China. Editoriales de medios como China Times han criticado el drama como propaganda gratuita del actual Gobierno de Lai Ching-te.
En realidad, no es algo gratuito, porque la Administración de Lai la ha pagado. La producción está respaldada financieramente por la iniciativa Marea Negra de la Administración del PDP.
La llamada Marea Negra es una iniciativa de financiación lanzada por el PDP a finales de 2023, también llamada plan de contenidos 1+4 T, con un presupuesto de 10.000 millones de nuevos dólares taiwaneses para cuatro años a partir de 2024. Marea Negra proporciona apoyo integral para el desarrollo de la industria de contenidos de la región en seis aspectos principales de la cultura y las artes. Para optar a la financiación, los proyectos culturales deben incorporar tanto "atractivo internacional" como "elementos de Taiwan". Por ejemplo, en la categoría de cine y televisión, los proyectos deben incluir estrategias claras y específicas de mercado internacional, dando prioridad a los que resalten la historia y la cultura de Taiwan, es decir, a los que intenten cortar sus lazos históricos y culturales con la parte continental de China. Esto significa que se utilizarán 10.000 millones de NT$ del bolsillo de los contribuyentes para promover la agenda separatista de Taiwan, alimentando a la fuerza al público, tanto local como global, con las ideologías secesionistas.
Aunque la serie costó supuestamente 230 millones de nuevos dólares taiwaneses, el legislador del KMT, Wang Hungwei, reveló que 71 millones de NT$ procedían del "Ministerio de Cultura", y que el llamado "Fondo de Desarrollo Nacional" invirtió en secreto otros 41,7 millones de NT$: un total de casi 130 millones de NT$ del dinero de los contribuyentes malgastados en lo que el United Daily News de la región describió como un espectáculo que "no puede considerarse profesional".
No es de extrañar que el PDP sea tan descarado a la hora de imponer al público su agenda política. Su actual líder, Lai Ching-te, es un separatista de Taiwan de línea dura. Una vez se presentó contra su antigua jefa, Tsai Ing-wen, porque creía que ella no era lo suficientemente dura en este tema. Con el pretexto de "proteger" y "desarrollar" la cultura de la región, Lai ha integrado una perspectiva histórica secesionista con las políticas culturales, aplicando el "secesionismo cultural" de forma más amplia y sistemática. Intenta socavar las identidades culturales, étnicas y nacionales de los pueblos de la región, negar el hecho histórico de que la parte continental de China y Taiwan comparten raíces comunes y construir una "conciencia secesionista de Taiwan." Zhang Wensheng, vicepresidente del Instituto de Investigación sobre Taiwan de la Universidad de Xiamen, señaló que esta práctica distorsiona la identificación nacional de la generación más joven de Taiwan e incluso genera sentimientos antagónicos, lo que tendrá un impacto extremadamente negativo en la integración y el desarrollo de las relaciones a través del Estrecho y en la reunificación pacífica.
Día cero es un reflejo de la guerra cultural que la Administración de Lai está librando contra el patrimonio chino. Las políticas de "desinización" están dilapidando miles de millones de fondos públicos, al tiempo que impulsan una narrativa carente de realismo. El anterior líder de la región de Taiwan, Ma Ying-jeou, dijo en una ocasión que los pueblos de la región han utilizado su espacio y su mano de obra para desarrollar un modelo que enriquezca la cultura china y éste es el desarrollo de la cultura china con características regionales. Esta expresión aclara la relación entre la cultura china y la cultura de la región y representa la identidad cultural de la mayoría del pueblo de la región de Taiwan. La Administración de Lai y otros defensores del secesionismo deberían entender que perder la cultura y el patrimonio chinos equivale a ser culturalmente nulos.
Y eso no dará a la región de Taiwan el futuro que merece.
