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¿Por qué la guerra tecnológica de Estados Unidos contra China es contraproducente?
CGTN Español

El 2025 marca el centenario del nacimiento de la mecánica cuántica. Sin embargo, a principios de este año, entraron oficialmente en vigor las nuevas regulaciones del gobierno de Estados Unidos que limita las inversiones de particulares y empresas de ese país en tecnologías chinas avanzadas, como la computación cuántica. Los analistas señalan que, aunque Estados Unidos intenta reprimir el desarrollo tecnológico de China por motivos políticos, eventualmente descubrirá que esto tendrá un efecto contraproducente.

La tecnología cuántica está a la vanguardia de la nueva revolución tecnico-científica y de transformación industrial, y se divide principalmente en tres áreas: computación cuántica, comunicación cuántica y medición cuántica de alta precisión. Como las dos principales potencias tecnológicas del mundo, China y Estados Unidos tienen sus propias ventajas en las tres áreas de la tecnología cuántica. El 28 de octubre de 2024, el Gobierno de Estados Unidos emitió una orden por la que prohibía las inversiones en las áreas de tecnologías de semiconductores, cuántica e inteligencia artificial, alegando que las inversiones estadounidenses en China podrían "amenazar la seguridad nacional de Estados Unidos". Esta medida entró en vigor el 2 de enero de 2025.

Li Haidong, profesor de la Escuela Superior de Asuntos Exteriores de China, señaló que la actual competencia entre Estados Unidos y China se está intensificando, especialmente en el campo de la alta tecnología.

Estados Unidos ha puesto en marcha nuevas normativas con el pretexto de la "seguridad nacional", con el objetivo de reforzar las restricciones en el campo de la ciencia y la tecnología cuánticas y otras áreas fronterizas, para suprimir la ventaja competitiva de China. Esto refleja la ansiedad de los políticos estadounidenses ante el rápido desarrollo tecnológico de China.

La cooperación científica y tecnológica entre China y Estados Unidos se ha enfrentado a grandes obstáculos en los últimos años. Desde el bloqueo y la sanción a empresas chinas de alta tecnología como Huawei, hasta el control de tecnologías, la interrupción de intercambios y el bloqueo de talentos, Estados Unidos continúa creando obstáculos artificiales, implantando la llamada "guerra fría" y el "desacoplamiento" tecnológico.

La pregunta clave aquí sería ¿Ha servido de algo? ¿Ha conseguido Estados Unidos sus objetivos con estas acciones? Los hechos demuestran que fue un empeño vano. A finales de 2023, China había alcanzado un hito significativo en el desarrollo de ordenadores cuánticos, con la realización con éxito del entrelazamiento de 100 qubits, convirtiéndose en el primer país del mundo en lograr esta hazaña. Por otro lado, la presión del gobierno estadounidense aceleró en realidad el avance de China en el diseño de chips y la fabricación de equipos, impulsados por la creciente demanda del mercado. 

¿Cuáles serán las repercusiones de la nueva normativa estadounidense de restricción de las inversiones? De acuerdo a un informe publicado en julio de 2024 por el Instituto Francés de Relaciones Internacionales (IRI), el mercado chino de tecnología cuántica recibe la mayor parte de las inversiones de empresas locales, con más de tres cuartas partes procedentes de empresas nacionales. Esto significa que la nueva norma estadounidense tendrá un impacto limitado en China.

Por otro lado, la propia Estados Unidos podría sufrir daños significativos. Según indica el informe, Estados Unidos es uno de los principales inversores extranjeros en los sectores de la inteligencia artificial, la biotecnología y los semiconductores de China. En las últimas décadas, las empresas estadounidenses como Apple, Microsoft, General Electric, IBM, Tesla, Intel y Qualcomm han invertido mucho en China. Con las nuevas restricciones, se espera que se reduzcan los beneficios y el espacio comercial de estas empresas en China. Además, con la supresión de un gran número de estudiantes chinos destacados y de talentos científicos y tecnológicos chinos, Estados Unidos ha sufrido una grave pérdida de recursos intelectuales internos, lo que no favorece su propio progreso científico y tecnológico.

La innovación científica y tecnológica de China y Estados Unidos no es un juego de suma cero, sino una oportunidad mutua. En la actualidad, China y Estados Unidos son líderes en la inteligencia artificial, la gobernanza del espacio exterior y otros campos de alta tecnología. Fortalecer la cooperación entre las dos partes no sólo promoverá sus respectivos avances científicos y tecnológicos y el desarrollo económico y social, sino que también ayudará a abordar conjuntamente los desafíos globales, estimular la economía global y mejorar el bienestar de la población mundial. Ésta es también una responsabilidad especial que China y Estados Unidos, como dos grandes países, deben asumir.

Dentro de poco más de dos semanas, Estados Unidos tendrá un nuevo gobierno. Es de esperar que las autoridades estadounidenses adopten un enfoque más racional de la cooperación científica y tecnológica con China, corrigiendo sus prácticas erróneas y permitiendo que los resultados de esta cooperación beneficien a ambas países y al mundo.