Nota del editor: Alexander Ayertey Odonkor, comentarista de CGTN, es un economista con interés en el panorama social, ambiental y económico de los países de las regiones de Asia, África y Europa. El artículo refleja las opiniones del autor y no necesariamente las de CGTN.

Según el último Índice de Confianza de Pequeñas y Medianas Empresas de China publicado por Standard Chartered, el sector de las pequeñas y medianas empresas (pymes) chinas cerró 2024 con un desempeño sólido. El índice evalúa la situación y la tendencia de las pymes chinas basándose en tres subíndices principales: crédito, expectativas y rendimiento, y mostró que la actividad repuntó en el mes de diciembre.
En el caso del sector manufacturero, piedra angular de la economía del país, el subíndice de rendimiento de las pymes manufactureras repuntó 2 puntos hasta situarse en 52,2 en diciembre, alcanzando su máximo en ocho meses gracias al mantenimiento de las ventas, la producción y los nuevos pedidos. En promedio, el subíndice de rendimiento subió 0,6 puntos desde el tercer trimestre hasta alcanzar los 51,3 puntos en el cuarto trimestre, lo que indica una mayor expansión de la actividad manufacturera. En otro cambio de tendencia, el subíndice de ventas de las pymes dedicadas al comercio transfronterizo subió hasta su nivel más alto desde abril, mostrando la recuperación de la demanda externa.
Como parte de los esfuerzos para eliminar los obstáculos al crecimiento de las pymes y permitirles ampliar mercados, lograr nuevos avances tecnológicos y desarrollar nuevos productos, China ha creado una línea especial de crédito por un valor de 500.000 millones de yuanes para apoyar la innovación científica y tecnológica y la transformación tecnológica del sector. La falta de acceso al capital es uno de los grandes retos a los que se enfrentan las pymes. Para dar respuesta a este desafío, el Gobierno chino ha adoptado diversas políticas para aportar soluciones. Más allá de estas instituciones, China ha alentado a las pymes a aprovechar otras fuentes de financiación, como el capital de riesgo y el mercado de capitales.
Las pymes chinas, que representan el 50% de los ingresos fiscales del país, el 60% del PIB, el 70% de la innovación tecnológica nacional y el 80% del empleo urbano, siguen siendo el motor del crecimiento económico y el desarrollo social. Con el apoyo de un crecimiento impulsado por la innovación, la economía china ha demostrado una notable resiliencia y adaptabilidad en medio de profundos desafíos tanto en el entorno nacional como internacional.