En las primeras horas del 19 de enero, hora local, un tribunal de la República de Corea extendió la detención del presidente destituido Yoon Suk-yeol, ante el temor de que pueda destruir evidencias vinculadas a su fallida declaración de ley marcial. La orden provocó las protestas de sus seguidores.

Tras la orden del Tribunal del Distrito Occidental de Seúl, el periodo de detención de Yoon Suk-yeol se ampliará hasta los 20 días. Después de ser interrogado por la Oficina de Investigación de Corrupción para Funcionarios de Alto Nivel para los primeros diez días de su detención, Yoon será interrogado por el fiscal para los siguientes 10 días, después de que ambas partes acordaran investigar conjuntamente el cargo de insurrección que pesa sobre él. El expresidente surcoreano fue arrestado el 15 de enero en la residencia presidencial. De esta forma, se convirtió en el primer presidente en funciones del país en ser detenido.