En las profundidades de los bosques primitivos, apenas explorados por los humanos, se encuentra el tranquilo río Yongcui. En el río sinuoso de 22 kilómetros, vive la serreta china, una especie originaria del final de la glaciación terciaria y fósil viviente con más de 10 millones de años de antigüedad. Colocar anillos de plástico en sus patas es una práctica común para monitorear permanentemente los movimientos de esta especie. En las imágenes, esta serreta china marcada con D1 es la protagonista de la historia que vamos a contar.