El río Songhua serpentea a lo largo de 1.434 kilómetros por el noreste de China y desempeña un papel crucial en el desarrollo de la ciudad de Harbin.

Cada año, cuando las temperaturas en la zona descienden hasta los -30°C, el Songhua se convierte en un sitio ajetreado que da vida al famoso Mundo de Hielo y Nieve de Harbin. La recolección de bloques de hielo del río es una labor meticulosa que permite construir las impresionantes esculturas del parque. Pero además de ser materia prima para el arte, el hielo constituye un desafío extremo para un grupo de valientes: los nadadores invernales.
La proximidad de los Juegos Asiáticos de Invierno ha encendido el espíritu deportivo en toda la ciudad, pero la natación invernal trasciende competencias y medallas con sus décadas de historia y conecta generaciones de orgullosos deportistas. Bajo un cielo azul y con temperaturas extremas, los entusiastas se reúnen en el Parque de Humedales de Qunli, martillo en mano, para romper la gruesa capa de hielo y lanzarse a las gélidas aguas.
Según explicaron a CGTN Español los veteranos del grupo, se considera "natación invernal" a la inmersión cuando el agua está por debajo de los 14°C, un umbral que en Harbin se supera con creces durante meses. Liao, un aficionado con más de 20 años de experiencia, aseguró que esta disciplina ayuda a mejorar el sistema inmunológico, la salud cardiovascular y la resistencia mental. La mayoría de los atletas tienen más de 60 años y décadas de práctica.
El río Songhua, testigo silencioso de la historia de Harbin y fuente de inspiración y recreo para sus habitantes y visitantes, se ha convertido, con sus paisajes naturales y actividades culturales, en un destino imprescindible para quienes desean experimentar la fusión única de naturaleza, historia y cultura del noreste de China. Y es un destino ideal para aquellos que desean experimentar el verdadero invierno.