Nadie sabe desde cuándo la mansión Wukang ha comenzado a llenarse de turistas. Gente de todo el mundo viene, y muchos solo quieren tomarse una foto con el edificio, que ha estado aquí en silencio durante casi 100 años. Esta ventana ha acompañado a Qin Zhongming desde su juventud. Los años avanzan sin esperar a nadie. Estos edificios, llenos de recuerdos históricos, permanecen en silencio, pero abren ventanas para que la gente toque el pasado centenario. Entre las dos guerras mundiales, las personas utilizaron las tecnologías más avanzadas y los materiales más modernos para superar barreras y crear obras clásicas, lo cual es realmente conmovedor. La interpretación del pasado nos permite reflexionar sobre nosotros mismos y entender mejor el presente.