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La dinastía Qin y la construcción de la Gran Muralla
Actualizado 2025-03-10 06:43 GMT
CGTN Español

La dinastía Qin (221-206 a.C.) unificó China bajo Qin Shi Huang, célebre por su ambición y métodos severos. Uno de sus mayores legados fue la Gran Muralla, concebida no solo para defender el territorio de tribus nómadas, sino también para exhibir el poder central. El proyecto integró fortificaciones previas y exigió la movilización de miles de obreros, soldados y campesinos, quienes trabajaron en condiciones extremas a lo largo de vastas regiones del norte.

Esta megaobra requirió avanzadas técnicas de organización estatal, incluyendo sistemas de racionamiento y transporte. Pese a la brevedad del régimen, la dinastía Qin impulsó reformas legales y administrativas que sentaron las bases de la China imperial. Sin embargo, el costo humano fue elevado: numerosas muertes se atribuyen a las duras condiciones y castigos. Aun así, la Gran Muralla trascendió su función militar y se convirtió en símbolo de resistencia.

Hoy, esta estructura, históricamente declarada como una de las Siete Maravillas del Mundo, testimonia el ingenio y la determinación de una dinastía que forjó un Estado unificado y marcó el rumbo de la civilización china.