El 10 de marzo entraron en vigor los aranceles que China impuso sobre algunas importaciones agrícolas procedentes de EE. UU. El pollo, trigo, maíz y algodón estadounidenses tendrán un impuesto del 15 %, mientras que un gravamen del 10 % se aplicará a la soya, la carne de cerdo, la carne de res, los productos acuáticos, las frutas, las verduras y los productos lácteos. Estas acciones se dan en respuesta a la decisión de EE. UU. de imponer un 10 % de aranceles adicionales sobre todos los bienes chinos. China ha criticado firmemente estas medidas estadounidenses por socavar el comercio multilateral, incrementar los costes para las empresas y consumidores estadounidenses y perjudicar los lazos económicos bilaterales.