Las pinturas y caligrafías antiguas son testimonios del arte y la cultura de un país. Para preservar este legado, los restauradores desempeñan un papel fundamental en su recuperación. 

En el estudio de Shu Guangqiang, restaurador de pinturas y caligrafía antiguas de China, las obras en espera de restauración y montaje se disponen sin distinguir entre lo antiguo y lo moderno.

El objetivo de la restauración de pinturas y caligrafías es prolongar su vida útil, preservando su integridad y conservando su valor artístico e histórico para las futuras generaciones. Este trabajo exige que los restauradores combinen la sensibilidad artística de un pintor con la precisión técnica de un artesano.

Antes de comenzar la restauración, se lleva a cabo un exhaustivo proceso de preparación. Shu Guangqiang realiza una evaluación minuciosa del estado y los materiales de la pintura, elaborando un plan detallado para seleccionar los materiales y métodos más adecuados. Este proceso incluye diversas etapas, como la eliminación de capas, la limpieza y la restauración del color.

Actualmente, China cuenta con más de 1,5 millones de piezas estatales de caligrafía y pintura, de las cuales más del 70 % presentan distintos grados de daño y requieren restauración urgente. Sin embargo, existe una grave escasez de profesionales cualificados, con solo unos 100 restauradores de alto nivel en todo el país. A este ritmo, podrían necesitarse 1.000 años para restaurar todas las obras dañadas de caligrafía y pintura.

Gracias al respaldo del Fondo Nacional de Artes de China, en 2023 el Instituto de Artes de China lanzó el Programa de Formación de Talento en Restauración Tradicional de Caligrafía y Pintura. Esta iniciativa reúne a expertos y académicos de distintas instituciones para formar, de manera colaborativa, a nuevos especialistas en restauración.

Restaurar una caligrafía o pintura antigua es como revivir un fragmento de historia y cultura. En la última década, Shu Guangqiang ha restaurado cientos de pinturas y obras caligráficas de las dinastías Song, Yuan, Ming y Qing. Su esperanza es que más jóvenes se interesen en el campo de la restauración artística, para que más obras antiguas puedan recuperar su esplendor original.