La economía de Estados Unidos hace frente a un creciente número de amenazas, desde turbulencias comerciales hasta el empeoramiento de las condiciones fiscales. No en vano, el 60 % de los directores financieros de las grandes firmas de Estados Unidos prevén que el país entrará en recesión a finales de 2025. El 15 % creen que lo hará en 2026, según una encuesta de la cadena CNBC. El 30 % de los directores financieros encuestados citan las perturbaciones comerciales como su principal preocupación, por encima de la inflación y de la débil demanda de los consumidores. Muchos de ellos consideran las actuales políticas de la Administración como caóticas y perjudiciales para una planificación a largo plazo. Paralelamente, la agencia de calificación Moody's advirtió del deterioro de las perspectivas crediticias de Estados Unidos y aseguró que el aumento de los déficits presupuestarios y los niveles insostenibles de deuda amenazan la estabilidad a largo plazo.