Con el rápido avance de la inteligencia artificial, parece inevitable que los robots humanoides pasen a formar parte de nuestra vida cotidiana. Desde su fabricación hasta su entrenamiento, así es cómo se preparan para ser nuestros ayudantes.

Los robots están siendo entrenados para aprender, adaptarse y evolucionar, con el objetivo final de convertirse en útiles asistentes o compañeros. 

Usualmente estos robots aprenden tareas que a menudo nos da pereza hacer nosotros mismos.

Por ejemplo, en las fábricas, las máquinas automatizadas, que se pueden considerar "robots no humanoides", ya han asumido gran parte del trabajo que antes hacían los trabajadores humanos.

A finales de 2024, China contaba con más de 450.000 empresas relacionadas con robots inteligentes.

Para muchas de ellas, el próximo objetivo es probablemente hacer que los robots terminen el aprendizaje autodirigido. O en otras palabras que aprendan por sí mismos.